El nuevo asesor del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) en Granada, Juan Carlos Aybar (Cs), ha descartado presentar su renuncia, como han pedido en los últimos días distintas organizaciones políticas y sociales vinculadas al colectivo Lgtbi, con el que ha dicho que se reunirá para explicar su labor de años como "miembro activo" del mismo, y los ejes de actuación del organismo en su nueva etapa dentro de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo.
En declaraciones a Europa Press, Aybar ha señalado que las peticiones de cese, que han llegado desde Juventudes Socialistas en Granada, Adelante Andalucía, y Podemos, que se han adherido a críticas que ha suscitado su nombramiento entre asociaciones Lgtbi, "tienen su sustento" en informaciones "que no se ajustan a la realidad". Lo publicado es, "como mínimo, incompleto", ha apostillado.
El pasado fin de semana, la asociación Adriano Antinoo se refirió al "turbio pasado lgtbifóbico" de Aybar, en referencia a un vídeo en el que el nuevo asesor provincial del IAJ escupe en una manifestación del Orgullo en que es abucheado junto a otros militantes de Ciudadanos, y a unos comentarios que hizo sobre la organización de los actos del 28J en Granada en 2019, aún con gobierno local socialista, a través de redes sociales.
Preguntado al respecto en un cuestionario remitido por Europa Press, Juan Carlos Aybar ha explicado que "en redes sociales aparecen vídeos en los que claramente puede observarse que fui objeto de actitudes inapropiadas en esa manifestación". "Se han cortado las imágenes, pues fui rociado con aguas no muy limpias y, lo único que hice fue expulsar lo que me entró en la boca. Yo mismo grabé los vídeos donde me rocían", ha detallado Aybar.
A las asociaciones Lgtbi les explicará, en las reuniones que quiere mantener con ellas en el menor plazo posible, su participación en el colectivo desde hace años, pues es "miembro activo" del mismo. "No entiendo las críticas a uno de sus propios miembros salvo con el objeto de generar ruido", ha indicado.
Quiere demostrarles, "con trabajo e implicación, que el colectivo Lgtbi va a encontrar en el IAJ de Granada", y en él como parte del mismo "un apoyo y una colaboración total".
"Hay muchas cosas que hacer en Granada en pro de los jóvenes, y estoy seguro de que, en cuanto tengan todos los datos y conozcan la orientación hacia el empleo joven del IAJ en la provincia, van a participar decididamente".
DESEMPLEO JUVENIL
Sobre las nuevas líneas maestras del IAJ, ya fuera del ámbito de las competencias de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, su nuevo responsable provincial ha explicado que la Encuesta de Población Activa sitúa el desempleo de la provincia en un 25,24 por ciento, unos datos que están "lastrados" por la recesión económica derivada de la pandemia de Covid-19.
Granada tiene un alto índice de desempleo juvenil que en enero estaba situado en el 19,56 por ciento y "esta es una preocupación importante para la Consejería" de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo.
Ante los datos de empleo de los jóvenes, "no cabe conformismo, es más, nos recuerdan la necesidad de reforzar, revisar y mejorar las medidas para combatir el desempleo juvenil", ha explicado Juan Carlos Aybar, que ha agregado que, además de esta apuesta, con especial refuerzo de la formación profesional, el IAJ mantendrá las actuales líneas de trabajo tales como voluntariado, o ayudas a organizaciones y asociaciones juveniles, entre otras.
Todo ello lo ha contextualizado Aybar en el hecho de que las nuevas políticas complementarias que se van a aplicar en el IAJ requieren de "perfiles directivos adecuados para gestionar programas y medidas contra el desempleo, que es el principal problema de la juventud andaluza".
En este sentido, ha explicado que Empleo no ha cesado a asesores ni cargos en el IAJ, donde en la provincia estaba al frente Juan Miguel Perea, sino que "los puestos estaban vacantes tras el cambio de adscripción desde la Consejería de Igualdad". Para cubrirlos, "se ha realizado un laborioso proceso selectivo", si bien, "siendo puestos de confianza", este "no era siquiera exigible por la normativa autonómica de aplicación".