El jurado, que ha deliberado durante una hora, ha resaltado “la impecable trayectoria” de esta poetisa, coetánea de la generación del 50 y conocida en los círculos literarios como “la Emily Dickinson española”.
La galardonada ha competido este año con 35 candidatos, veintiocho de ellos procedentes de países latinoamericanos y el resto de España.
Nacida en 1931, Atencia representa a “la Málaga heredera de lo mejor del 27” y, aunque es coetánea de la generación del 50, no aparece inscrita en ningún colectivo poético, ha explicado en conferencia de prensa en Granada la directora del Centro Generación del 27, Aurora Luque.
Afín, por amistad y poética, al grupo Cántico, comparte con él y algunos de sus representantes como Pablo García Baena “cierto culturalismo en su tratamiento de la palabra aunque menos barroco” que este colectivo y con un mayor “cosmopolitismo en su poesía”.
Coincide también con este grupo en “el cuidado del lenguaje y belleza como objetivo último del poema”, según Luque, que subraya la “personal” trayectoria de esta poetisa.
Publicó sus primeros libros a finales de los cincuenta y principios de los sesenta, aunque se recluyó después y, tras una etapa de silencio de unos 15 años, resurgió a mediados de los setenta con obras como Marta y María (1976).