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Belén Rueda: "No me gustan las películas de terror"

A la actriz Belén Rueda, que encara su séptimo papel protagonista en el thriller psicológico "Los ojos de Julia", del catalán Guillem Morales, le dan miedo las películas de terror.

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  • La actriz Belén Rueda posa durante la presentación en Madrid de la película 'Los ojos de Julia'.
 A la actriz Belén Rueda, que encara su séptimo papel protagonista en el thriller psicológico "Los ojos de Julia", del catalán Guillem Morales, le dan miedo las películas de terror.

No le gustan, pero está encantada de que la consideren una musa del género después de triunfar con "El Orfanato" (2007) de Juan Antonio Bayona.

"Guillem tiene muchas características parecidas a otros directores con los que he trabajado (Alejandro Amenábar, Juan Antonio Bayona) -explica la actriz a un grupo de periodistas- porque todos ellos tienen una misma visión del cine".

"Una formación visual y técnica muy americana, pero con esa cosa que tiene el cine europeo de contar pequeñas historias y muy profundas, es una mezcla explosiva", resume.

La actriz, que promociona hoy en Madrid la película junto al director y sus compañeros de rodaje, luce tipazo a sus 45 años en un ajustadísimo vestido gris, talla 36, de escote generoso, subida a unos tacones similares a los que lleva en algunas de las escenas más "sexy" de la película y sobre los que corre a grandes zancadas incluso bajo la lluvia.

"Es que el director quería que se viera por qué Julia es el objeto de deseo del asesino", se defiende la actriz, que declara que no le gustan las películas de terror.

"Soy muy miedosa para el cine, en la vida real no, ¿eh? ahí soy muy atrevida", comenta y añade que nunca pensó que sería un icono para los fieles de las películas de miedo.

Aún así, afirma que le "encanta" que le digan "que es la musa del género", y eso que hay películas -dice- "que no veré nunca".

La película cuenta cómo Julia (Belén Rueda), casada con Isaac (Lluís Homar), lucha por demostrar que su hermana gemela, que como ella sufre una enfermedad que las deja ciegas, no se ha suicidado, sino que existe una presencia extraña e invisible (Pau Derqui) que también la acosa a ella.

Con un guión preciso y muy elaborado, Morales emprende su segundo largometraje con la idea de "gustar" al público, de atraparlo y llevarlo a su terreno: "no me siento con la obligación de hacer una película social o con mensaje", dice y puntualiza que deja esa misión en manos del teatro: "están como más obligados, ¿no?".

Producida por Guillermo del Toro y la catalana "Rodar y rodar", "Los ojos de Julia" cuenta prácticamente con el mismo equipo de "El Orfanato".

A propósito, ni los escenarios ni el vestuario sitúan la acción en un lugar ni en un momento concreto; la estética de la cinta, insiste Morales, no tiene nada de "gótica", sino que recrea algunos vídeojuegos americanos "transformados" al aire europeo.

Interpretar la ceguera, que también Homar ha experimentado en el cine, les ha abierto a ambos un "universo desconocido": "Prueba a vivir un día sin ver. Es como si te metieras en ti mismo, todos los sentidos se agudizan. En ese primer momento de ponerte las vendas te angustias muchísimo, y luego te crece la impotencia. Es como si empezaras de cero", intenta explicar Rueda.

Para los actores, Morales es un director meticuloso, con un punto de locura, que "coloca muy bien la cámara", opina Rueda, que destaca la sensación de "montaña rusa" que transmite la cinta.

La actriz, que compone una muy creíble Julia, explica el resultado conseguido tras muchas horas de ensayos y mucha dedicación y apunta que le "molesta" que se hable de "talento" al referirse a un director o una actriz "como si eso significara que el trabajo sale solo".

Homar, a quien tampoco le gustan las películas de miedo, añade sobre Rueda que es "apasionada" y que se "zambulle" en el trabajo y contagia su entusiasmo. "Tenía al equipo embobado", desvela el actor.

Fantástico como marido abnegado de Julia, repite papel de "buena gente", después de ser el tío Enrique en "Pájaros de papel", de Emilio Aragón, y el Rey Juan Carlos, en la miniserie "23-F", que "también se supone que es un buen tipo", bromea el actor catalán.

La película se ha rodado en diez semanas, con un presupuesto de cinco millones de euros, y se estrena este viernes en toda España.

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