Víctor Ullate dirigirá la futura compañía nacional de danza clásica que tendrá su sede en el Centro Coreográfico de los Teatros del Canal, que iniciarán en febrero su programación con La cena, el último espectáculo de su director, Albert Boadella, y su compañía Els Joglars.
En un multitudinario acto de presentación de la programación de los Teatros del Canal, el consejero de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Santiago Fisas, anunció el preacuerdo alcanzado por su Consejería y el Instituto Nacional de Artes Escénicas (Inaem) para la creación de una compañía nacional de danza, todavía sin nombre, con un repertorio fundamentalmente clásico, que se cerrará y presentará en los próximos días.
“Junto al Inaem ultimamos este proyecto. Es una muy buena noticia para la danza y estamos muy ilusionados”, recalcó Fisas, quien ha aclarado: “Hemos intentado sumar esfuerzos para tener una compañía de danza clásica de cierta entidad, aprovechando lo que tenía la comunidad –el Víctor Ullate Ballet-Comunidad de Madrid–”, que es “el embrión” de la nueva formación.
El consejero ha precisado que el director general del Inaem, Juan Carlos Marset, –presente en la comparecencia, al igual que Víctor Ullate y su mano derecha, Eduardo Lao– se ha puesto en contacto con las grandes estrellas españolas de la danza, que están conformes con la decisión.
La compañía tendrá su sede en el Centro Coreográfico de los Teatros del Canal, un espacio con doce aulas que también acogerá a otras compañías de danza durante periodos limitados para desarrollar sus proyectos, previo pago de un “módico alquiler” y según los criterios que establezca Albert Boadella, siempre con “pluralidad”.
El director artístico de los nuevos teatros ha adelantado la programación hasta junio, en una comparecencia en la que ha respondido así a una pregunta sobre sus honorarios: “100.000 euros, lo mismo que ganaba con Els Joglars”.
La vida de los Teatros del Canal comenzará el 20, 21 y 22 de febrero con Una noche en el Canal, una variada gala inaugural con Yllana, El Teatro Meridional o Impromadrid, entre otras compañías.
Justo después, del 26 de febrero al 12 de abril, estará La cena, el último espectáculo de la compañía de Boadella, Els Joglars, y que, en palabras de su director, es un “cuento medioambiental”.
La guía de Boadella para programar ha sido el “sentido común” y la “espléndida trayectoria” del Teatro Albéniz, hasta ahora la sede escénica de la Comunidad de Madrid, motivo por el que los Teatros del Canal seguirán acogiendo los festivales de Teatralia, Madrid en Danza, Summa Flamenca, Festival de Otoño y Óperadhoy, además de una amplia presencia de la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid.
El director artístico ha insistido en que estos son los teatros del contribuyente –“el dinero público es sagrado”– y, por tanto, habrá una programación de amplio espectro, desde lo más ligero a lo más experimental. En lo que sí será “exigente”, ha dejado claro, será en el “control de calidad”, para que la “factura técnica de los espectáculos sea impecable”.
Este será el único “filtro”, porque “aquí habrá libertad de expresión total, se trate de lo que se trate”, aunque, a este respecto, ironizó: “El teatro en España no se pone demasiado a prueba en libertad de expresión”.