El viaje, que en esta primera edición será a Río de Janeiro (Brasil), que fue la primera singladura de Magallanes, se efectuará en avión, tanto la ida como la vuelta, y la estancia será de dos semanas, entre finales de octubre y principios de noviembre, con lo que se descarta cualquier riesgo, ni reto físico para los participantes.
Por iniciativa de la Fundación Atarazanas y de Cajasol, estos jóvenes serán seleccionados de entre los que participen en un concurso al que habrán de presentar trabajos individuales o en grupos de no más de tres miembros.
Estos trabajos podrán ser literarios, audiovisuales, multimedia, creaciones plásticas e incluso partituras musicales, que tengan que ver con el país de destino o con la propia ruta, de modo que de esos trabajos presentados se seleccionarán a cuatrocientos participantes.
Divididos en dos grupos de doscientos, cada grupo mantendrá dos jornadas de convivencia en un centro juvenil de Jaén y otro de Sevilla y se les hará una entrevista personal, y de ahí saldrán los 75 ganadores que harán el viaje.
Según explicó en conferencia de prensa el director de la Obra Social de Cajasol, Emilio Aragón, y el responsable de la Fundación Atarazanas, José Manuel Núñez, esta “aventura cultural” se repetirá anualmente hasta 2019, cundo se cumple el quinto centenario de la circunnavegación de Magallanes, periplo que duró tres años.
En los próximos años, el viaje será a Ciudad de la Plata, a Punta Arenas, casi en el Estrecho de Magallanes, y a países como Indonesia y Filipinas.
En el concurso podrán participar tanto estudiantes de Bachillerato, como de Formación Profesional o jóvenes de esas edades que hayan dejado de estudiar, para lo cual los organizadores enviarán a colegios e institutos 40.000 folletos y 50.000 carteles, además de una carta explicando que entre los objetivos del concurso está “forjar un mundo más justo y mejor”.