La Plataforma Vecinal de los Pueblos del Genal ha difundido un escrito en el que recalcan su rotundo rechazo al cierre de oficinas de Unicaja Banco que, a partir del 18 de marzo, se producirá en Igualeja, Pujerra, Estación de Gaucín, Genalguacil, Jubrique y Montecorto.
El colectivo advierte que, con la ejecución de estos cierres, 14 de los 15 municipios que integran el Valle del Genal, a excepción de Gaucín, que dispone de la “colaboración de un agente externo”, se quedan desprovistos de una entidad bancaria para llevar a cabo sus gestiones.
“Es el culmen de una situación de abandono y desolación por parte de los servicios básicos más elementales para la ciudadanía como son los bancarios, entre otros. Situación que empezó hace aproximadamente ocho años con el desmantelamiento progresivo e imparable de las oficinas de algunos de nuestros pueblos y que pretenden terminar ahora con el cierre definitivo de las pocas que quedan”, señala el documento firmado por la plataforma que preside el jubriqueño Francisco Boza.
La plataforma recuerda que la amplia mayoría de la población que reside en estas localidades es adulta y que en muchos casos sus “exiguas pensiones” constituyen sus únicos ingresos. Además, califican como un despropósito que supriman las oficinas bancarias cuando es obligatorio contar con una cuenta para gestionar pagos de impuestos y suministros, principalmente.
La dificultad de muchos de los mayores que residen en estos pueblos para realizar este tipo de trámites a través de internet, en palabras de la plataforma, hace que el desamparo que sienten sea absoluto.
Finalmente, el colectivo pone de manifiesto su respaldo a los ayuntamiento de la zona en su iniciativa de retirar fondos municipales de Unicaja de proceder a los cierres anunciados, para que la entidad desestime su decisión; aunque acusan a la clase política de ser portavoces de un discurso ambiguo con respecto a la despoblación.
“Como sociedad consideramos que no se puede seguir con este ambiguo discurso político contra la despoblación de nuestro mundo rural y al mismo tiempo permitir que se siga discriminando a sus habitantes con medidas como estas, que se añaden al desmantelamiento sanitario, escolar, malas carreteras y caminos rurales, falta de trabajo, etc. Denunciamos el doble lenguaje político: se habla de evitar el despoblamiento y no se hace nada por frenar el cierre de sucursales bancarias. No hay mayor hipocresía. Sin presencia de entidades de crédito, no hay servicios y sin ello, no es posible generar empresas ni empleo”, recuerdan, al tiempo que desean que Unicaja reconsidere su decisión.
