Publicidad Ai
Publicidad Ai

Ronda

Juan Carlos Millán: “El pregón es algo muy vivencial, he dejado a mi corazón hablar”

El pregonero de la Semana Santa de Ronda confiesa que "es especial, porque desde que empieza hasta que acaba tienes de todo"

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
  • El sacerdote Juan Carlos Millán Guerrero, pregonero -

El sacerdote Juan Carlos Millán Guerrero pregonará este domingo la Semana Santa de Ronda desde las experiencias vividas en la Ciudad del Tajo durante los ocho años que pasó aquí como párroco de San Antonio de Padua, en La Dehesa, vicario parroquial de San Cristóbal, encargado de la Pastoral Familiar de Ronda y capellán de las Hermanas Clarisas.

 Asegura que será un pregón “muy vivencial” porque “he dejado a mi corazón hablar” y una oportunidad  para rememorar los momentos vividos con las hermandades y para volver a hablarle a Ronda “por si se me quedó en el tintero algo que decir”.

Malagueño de nacimiento, del Barrio de la Trinidad, actualmente es vicario parroquial de San Juan Bautista de Vélez-Málaga y párroco de Santa Catalina Mártir de Arenas, Inmaculada Concepción de Daimalos y San Isidro Labrador de Trapiche.

¿Cómo fue su vinculación con Ronda durante esos ocho años?

–Mi labor principal fue en San Antonio en La Dehesa, donde era párroco, en San Cristóbal siete años, donde coincidí con José Luis Pastor, anterior arcipreste, y un año con Juan de Jesús, que es el párroco actual, y con las Clarisas, con las que fue una relación súper estrecha de lunes a domingo los ocho años celebrándoles misa todos los días.

En La Dehesa tenía a la Pollinica, que empecé como María Molina de hermana mayor y después con Luis Alberto. Fue mucho trabajo y mucha convivencia con ellos, apoyarles, enseñarles cosas del mundo cofrade. Yo también soy cofrade, tengo dos hermandades principales a las que voy, Monte Calvario y Los Remedios  de Málaga, pero también soy hermano de la Archicofradía de Pasión de Málaga, de la Paz de Ronda y de la Divina Pastora de Santa María de Sevilla.

La relación con las hermandades de Ronda ha sido porque, en la primera época, entre todos nos pedíamos muchos favores para celebrar misa en las hermandades de unos y otros. Nos íbamos conociendo e íbamos conociendo también a las hermandades. Creo que en los años que estuve en Ronda no me faltó ni una cofradía en la que celebré misa.

En mis inicios cofrades, las hermandades en las que más estaba eran La Salud en mi barrio de la Trinidad, y por devoción el Cautivo, pero nunca había sido hermano. Dije en su día que nunca me haría hermano de ninguna porque supone un compromiso, si te haces hermano no es solamente para salir el día de la procesión, me gusta tener el compromiso de ir a las hermandades, colaborar, ir a las misas, en el Calvario y Los Remedios viví tanto lo que era ser de una cofradía sin serlo, que al final me acabé haciendo hermano de las dos.

¿Cuál será el hilo conductor del pregón?

–La verdad es que no tenía un esquema establecido. Cuando se le encarga un pregón a un cura, la gente lo que espera es que sea una homilía, una catequesis. Al final, ha salido una cosa muy íntima, muy dentro de mí. Hay una parte del pregón que lo digo, voy a hacer un poquito de ‘spoiler’, que yo he dejado a mi corazón hablar, es algo muy vivencial, de lo que yo he vivido en Ronda y de lo que llevo dentro de mi experiencia en Ronda, de lo que han supuesto para mí las cofradías, cada titular, todo con el hilo conductor de la Pasión del Señor, desde que entra en Jerusalén hasta que resucita.

Va a ser un pregón de experiencias, porque la gente está acostumbrada a los pregones de aspavientos, pero eso va en el estilo del pregonero. Hay gente a la que eso le sale estupendamente y hay gente que no tenemos ese don, pero también con el texto creo que se puede hacer mucho. En los ochos años que he estado en Ronda he tenido pregones de todo tipo, muy de exaltación a muy reflexivos. Y el mío va a mezclarlo todo un poco, un poco como yo. Creo que va a llevar mucho de experiencia, de enseñanza también, porque no se me tiene que olvidar que soy cura, y algún toque de atención hay que dar, porque también para eso está el pregón.

Creo que va a enganchar en el sentido de que es como yo hablando en la calle con alguien. Si me dejas hablar, yo hablo hasta por los codos y las personas de la parroquia me lo dicen, usted habla, pero habla y engancha. Cuando predicaba en Ronda me pasaba, terminaba la homilía y me decían que no estaban acostumbrados a las homilías tan cortas, corta pero intensa, porque hay mucho contenido en muy poco. El pregón va a ser así, no va a ser muy largo, pero va a ser intenso en cuanto a contenido.

¿Cómo asume esta responsabilidad?

–En principio se lo dije al presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, no me veía digno, por así decirlo, porque creo que en Ronda hay mucha gente de allí que es digna merecedora de pregonar su Semana Santa, y yo al fin y al cabo no soy de Ronda. Pregonar una Semana Santa que no es la mía tiene un plus de responsabilidad más grande. También es una alegría porque yo he estado ocho años hablándole a todo el mundo de Ronda en las parroquias y ahora es como una oportunidad de, por si acaso se me quedó algo en el tintero que decir, voy a aprovechar para expresarlo y decirlo. También es una alegría remover los recuerdos, mientras lo he estado escribiendo me he acordado de los ocho años en Ronda, me he acordado de muchos momentos vividos con las hermandades y con la gente y eso va marcando la vida de cada uno.

Los curas nos vamos moviendo y los que se quedan son la gente en las parroquias. Nosotros al fin y al cabo somos pasajeros y no somos eternos. A la vez que lo escribía, primero el miedo y la responsabilidad, pero lo segundo ha sido muy entrañable, acordarme de momentos y personas de las cofradías, ha sido una mezcla de sentimientos al escribirlo.

¿Cómo define la Semana Santa de Ronda?

–La Semana Santa de Ronda es especial, porque desde que empieza hasta que acaba tienes de todo. Hermandades de barrio, hermandades más serias, hermandades con muchos niños, con muchos jóvenes, la mezcla curiosa de Ronda entre horquillería y costaleros. Y también el marco hace que la Semana Santa sea incomparable. El casco antiguo, la Ciudad, Padre Jesús, la zona de Santa Cecilia, eso crea un ambiente que es mágico. La Semana Santa es el comportamiento de la gente, lo que sale a la calle, pero también el escenario. Ronda en ese sentido gana por goleada.

¿Qué momentos recuerda?

–Uno de los momentos más bonitos y de los que más me gustaban era antes de salir la Pollinica. Dentro de la Iglesia de San Antonio, ese bullicio de niños corriendo por todos lados, las madres fuera preocupadas, y cuando se va a empezar la oración y la bendición de las palmas, para mí es de los momentos más bonitos, porque era como decir, somos los encargados de abrir la Semana Santa, y hay que hacerlo con la categoría y el respeto que merece ese momento.

Y ver las caras de los chiquillos que salen por primera vez, porque un paso visto desde los ojos de un niño tiene que ser gigantesco, y ver la Pollinica con la palmera, la Paloma con el palio, tiene que ser impresionante para los niños, y ese momento era el que decía ya estamos en Semana Santa, ya ha empezado lo bueno, y eso era para mí el momento más mágico de la Semana Santa.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN

Ronda acoge la presentación oficial de los 101 km en 24 horas de La Legión
La Ruta del Vino de Ronda y Málaga, en la carrera a los Best in Class Wine Awards
Recibe tu periódico a través de Whatsapp
RSS
NEWSLETTER