Cayetana Fitz-James Stuart, la duquesa de Alba, no sólo fue la duquesa de Sevilla, sino que lo fue también de la Goyesca. “Ronda estaba en su corazón, sencillamente porque la duquesa era una apasionada de Antonio Ordóñez”. Carlos Telmo, viejo amigo de doña Cayetana de Alba, recuerda su figura para RONDA SEMANAL, tras que la conocida noble falleciera a los 88 años de edad este jueves en su residencia sevillana del Palacio de Dueñas.
La duquesa siempre estuvo en la Goyesca. En 1974, fue además la presidenta de las damas elegidas con ocasión de las celebraciones de aquel año: “La goyesca, estupenda en todos sus aspectos. La duquesa de Alba, presidenta”, refirió el titular con el que el diario Sur resumió la corrida el 11 de septiembre de aquel año, un miércoles, días después de haberse celebrado el festejo.
Doña Cayetana quería a Antonio Ordóñez como quiso a su nieto Francisco; y para Cayetano diseñó el traje goyesco que el otro nieto del maestro de Ronda luciría en la goyesca de 2011; un traje de colores rosados, que se definió como rosa chicle; con pasamanería azabache; el torero salió por la puerta grande tras cortar tres orejas con ese traje, y tras brindar su segundo, el sexto de la tarde, a doña Cayetana, quien estuvo en el tendido con quien se convertiría en su esposo, Alfonso Díez.
“Si alguien pensaba que la duquesa de Alba no podía sorprender más después del anuncio de su boda con Alfonso Díez se equivocaba. A sus 85 años Cayetana Fitz-James Stuart ha dado otra vuelta de tuerca y se ha lanzado al mundo del diseño”, contaba una cronista del diario El País días antes de la corrida. “He querido que sea la duquesa quien elija el corte, diseño y tejido del vestido. También ella se ha encargado de los traslados y colores, inspirados en el arte de Goya. La he elegido a ella, por la gran vinculación de la Casa de Alba con el pintor de Fuendetodos”, explicó entonces Cayetano, que años antes había vestido un traje vanguardista diseñado por Armani. “El vestido está inspirado en unas ideas de Cayetana, y solo por eso ya es especial para mí. Se basa en un corte muy clásico, muy de la época de Goya”. Se dijo que era el traje más goyesco que hasta entonces había vestido Cayetano.
Y aquel año fue el último que se vio a doña Cayetana en Ronda: “Le gustaría haber estado cada año de estos últimos, pero ya no quiso venir más”, sentenció Telmo. Su querido amigo, a quien la duquesa conoció en la calle Betis en 1971, se mostró seguro de que “todo el mundo” recordará a la Duquesa de Alba: “Era sencilla, pero siempre duquesa. Una buena mujer; extraordinaria persona”, dijo a este periódico.
Y Telmo concluyó: “Con la muerte de Cayetana de Alba se pierde parte del color especial que tiene Sevilla”. Como hace años perdió color la goyesca sin su presencia.
Descanse en paz.