El señor de Ronda congrega como cada año a miles de rondeños que sienten especial devoción por los titulares de esta Hermandad.
La salida de Padre Jesús y la Virgen de los Dolores despierta en los rondeños un especial sentimiento. El público local no falla a la Estación de Penitencia de esta Cofradía a la cual procesan gran devoción. A las 11 de la noche como cada año se abren las puertas de la Iglesia y aparecen los nazarenos que comienzan su dura subida de la cuesta de los ocho caños. De pronto se hace el silencio y el Señor de Ronda aparece lentamente por la puerta lateral de su Iglesia. Una vez que el paso sale completamente a la calle se oye el himno nacional y los aplausos animan el trabajo de los hermanos costaleros. La primera de las marchas de la sobervia Banda de Nuestra Señora del Rosario de Arriate comienza a sonar y Padre Jesús abandona las inmediaciones de su templo. Aparecen las diferentes autoridades y el Cristo comienza a girar la primera curva para encarar la cuesta. A continuación desde dentro de la Iglesia se oyen las bambalinas del paso de la Virgen y su capataz Javier Torelli va haciendo las indicaiones para cuadrar el paso. La Virgen con su lento caminar baja la rampa de salida y una preciosa marcha de la Banda de Música Nuestra Señora de la Estrella la acompaña. Cuándo la Virgen de los Dolores llega a la mitad de la cuesta recibe una bonita saeta y queda dispuesta a partir hacia las calles de la ciudad de Ronda.