La Iglesia de la Inmaculada Concepción de Parauta, construida en el siglo XVI y situada en el Barrio Bajo de la localidad, es uno de los monumentos más representativos del municipio y, además, encierra multitud de curiosidades.
En cuanto a su estructura, Blas Becerra, vecino de Parauta, ha explicado que la planta del templo es de cruz latina contando con la particularidad de que la puerta de entrada está situada en un lateral, mientras que en la mayoría de las iglesias se accede por el “pie” de la cruz. La construcción cuenta con la singularidad de que está hecha a través de diferentes cubos adosados unos a otros hasta formar la totalidad del templo y, en cuanto a los materiales, se puede observar el uso de ladrillos en pequeños segmentos de unos 20 centímetros sobre los que se colocaba un tramo de piedras de un metro aproximadamente, con esto se pretendió ahorrar costes porque el ladrillo era mucho más caro. Además, la torre de la iglesia es de estilo mudéjar y cuenta con dos arcos de medio punto donde se distinguen dos campanas, una con un sonido más agudo que los parauteños bautizaron como “la tín”, y otra que produce uno más grave y es conocida como “la tán”.
Según ha argumentado el vecino, todo apunta a que la Iglesia de la Inmaculada Concepción debe estar construida sobre los restos de una antigua mezquita o sinagoga, ya que su creación está datada en una época en la que tanto judíos como moriscos habitaban la zona. De lo que sí se tiene la certeza es de que está situada justo al lado del antiguo cementerio de Parauta, en el que los difuntos fueron enterrados hasta mediados del pasado siglo, cuando se construyó el nuevo camposanto.
Por otro lado, Becerra ha expresado su malestar respecto a las obras de restauración de la iglesia que llevó a cabo el Obispado de Málaga hace unos siete años. En cuanto al artesonado, sólo en el ápside conserva la misma forma que el original, el resto que ocupa el techo de la nave principal fue colocado durante las obras. Además, en los trabajos de restauración se eliminaron las hornacinas donde estaban situados los santos y desaparecieron losas y zócalos de distintas formas geométricas hechos de viejo adobe.
Blas Becerra ha comentado que entre las imágenes de mayor valor artístico que se encuentran en la Iglesia de la Inmaculada Concepción destacan un Virgen Dolorosa de la escuela sevillana del siglo XVIII y un San Pascual Bailón, réplica exacta de otro que hay en la Catedral de Málaga. Además, en este templo también cabe destacar una custodia de plata del siglo XVIII y dos pilas de la misma época. Especial mención requiere el camarín donde se ubica la Virgen de la Inmaculada, una estructura arquitectónica con el techo en forma de media naranja e iluminación natural.
Becerra ha hecho referencia a una leyenda sobre la iglesia que es transmitida de generación en generación y que explica la razón por la que, aunque la patrona de Parauta es la Virgen del Rosario, la iglesia recibe el nombre de la Inmaculada Concepción. Cuenta la historia que en el último tercio del siglo XIX un pescadero fue a cargar la mula en la playa de Estepona para después acudir a los pueblos a vender el género cuando un fuerte oleaje lo sorprendió y estuvo a punto de ahogar tanto al vendedor como al animal si no es porque, de pronto, apareciera una señora que socorrió al hombre y le ayudó a salvar también a la mula. Días después, cuando el pescadero llegó a Parauta vio que la puerta de la iglesia estaba abierta y, al acceder al templo, observó que la cara de la virgen que allí se encontraba le resultaba muy familiar. Al subir al camarín para verla más de cerca observó con gran sorpresa que tanto los pies de la imagen como el suelo de alrededor estaban llenos de arena, por lo que creyó que su salvación había sido fruto de un milagro realizado por la virgen. Desde entonces se le puso al templo el nombre de Iglesia de la Inmaculada Concepción.
