Durante los meses que estuvimos confinados en nuestros hogares debido al estado de alarma que la crisis sanitaria provocó, era previsible que pensáramos que ciertos delitos se hubieran relajado.
Según la página epdata.es, los delitos en Ronda cayeron un 21,84%. Los hurtos fueron las faltas que más descendieron si tomamos como referencia los delitos del año que lo precede.Mientras en 2019 hubo un total de 446 hurtos, en el año 2020 hubieron 251.
Por el contrario, otro tipo de delitos como los cibernéticos han empezado a ganar más espacio en nuestras vidasdurante el confinamiento. Al permanecer en nuestro hogares hacemos más uso de las redes sociales, compras onlineo internet y eso lo saben los crakers, aquellos que intentan vulnerar los sistemas de seguridad para cometer actos delictivos e intentan mandarnos mensajes phishing, mensajes que se hacen pasar por personas o empresas de confianza para que hagamos clic en uno de sus anuncios fraudulentos y con ello tener acceso a nuestros datos.
Otros ciberdelitos que han crecido en este tiempo han sido los ciberacosos. En primer lugar, nos encontramos con el conocido como ciberbullying, un hostigamiento virtual a niños y adolescentes que se realiza a través del teléfono móvil o las redes sociales. En segundo lugar, es el llamado moobing, un acoso psicológico en el ámbito laboral donde existe un trato vejatorio hacia la víctima.
Existe una explicación criminológica que ayuda a entender por qué los delitos comunes han descendido en la ciudad soñada durante el confinamiento domiciliario, se trata de la Teoría de las Actividades Cotidianas de Cohen y Felson (1979). Partimos de la idea de que existen tres actores en esta escena: un delincuente motivado, que va a hacer todo lo posible para cometer el acto delictivo, una víctima vulnerable, que pasa por un momento difícil de su vida y es propicia para el pensamiento del delincuente y una ausencia de guardianes capaces de frenar estas posibles acciones. Si el guardián no está y la víctima y el delincuente coinciden en tiempo y lugar, se dará el hecho. Si el guardián está, el delincuente tendrá que valorar los pros y contras del ataque que quiere realizar. Si ganan los pros, intentará el hecho delictivo, si ganan los contras, desestimará hacer algo en ese momento.
Es por este motivo y por el estado excepcional de reclusión domiciliaria, que cierto tipo de delitos han descendido tanto en nuestra querida ciudad. Por un lado, la mayor parte de las personas estaban en sus domicilios, por otro, las personas que salían iban al supermercado oa la farmacia de día y con más gente por las calles. Y por último, había mucha más vigilancia policial durante esos días en las vías. Es por esta conjunción de circunstancias que podemos afirmar que la era COVID-19ha minimizado algunos delitos comunes en general y los hurtos en particular.
