Desde ayer, un grupo de trabajadoras de la limpieza que se encontraban inscritas en una bolsa de empleo municipal se manifiestan a las puertas del Castillo de Luna pidiendo al Consistorio soluciones tras la extinción de la bolsa a través de la cual eran empleadas.
Viva Rota ha hablado con el delegado de Personal, Daniel Manrique de Lara, para conocer su versión sobre las quejas que trasladan estas trabajadoras, que el próximo lunes serán recibidas de forma oficial por el alcalde de la Villa, Javier Ruiz Arana.
Lo primero que deja claro el delegado es que la bolsa de limpieza a la cual pertenecen estas empleadas y que existe desde el año 2004 "fue gestionada de forma irregular por el anterior equipo de Gobierno, ya que no se sabía muy bien bajo qué criterios se entraba o funcionaba esta bolsa, que se ha ido perpetuando hasta ahora". Manrique explica que en la ordenanza reguladora de las bolsas de trabajo que ha puesto en marcha el equipo de Gobierno de PSOE-IU, "y a la cual no se presentaron alegaciones de ningún tipo", se espeficica que a medida que vayan saliendo las bolsas nuevas, se irían derogando las existentes, ya que "no se pueden perpetuar en el tiempo.
Por tanto, cuando se convocó la primera bolsa de trabajo de emergencia social, en la cual se seleccionaba a personal para limpieza de playas, limpieza viaria y de edificios municipales, se extinguió la bolsa a la que pertenecían estas trabajadoras, algo de lo que se les informó, según el delegado, en una reunión mantenida en agosto de 2015.
Pero es ahora cuando estas trabajadoras han reclamado que no se las excluya, cosa que según el delegado no es posible. "La única opción que tenemos es abrir una bolsa profesional de limpieza, pero a la cual tendrían que poder acceder todas aquellas personas que quieran en igualdad de oportunidades, mérito y capacidad. Ellas lo que nos solicitan es que se les garantice un puesto en esa bolsa, lo cual no es posible".
Respecto a los argumentos de las trabajadoras en los que señalan que los jardineros y electricistas se encuentran en la misma situación que ellas y que sin embargo se les va a hacer fijos discontinuos, el delegado de Personal aclara que eso no es así. En el caso de los electricistas, por ejemplo, son trabajadores que han estado trabajando de forma continua durante años para el Ayuntamiento, encadenando contratos, produciéndose un fraude de ley. El Ayuntamiento ha tenido que hacerles indefinidos para subsanar la situación.
En el caso de los jardineros, pertenecían a una bolsa originariamente, pero trabajaban para el Ayuntamiento de forma temporal, y por tanto serán ahora fijos discontinuos, porque su trabajo se desarrollaba en temporadas.
Daniel Manrique aclara que ya ha mantenido varios encuentros con estas trabajadoras, incluyendo dos encuentros en el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación, sin que se haya llegado a ningún acuerdo, lo cual podría suponer que el siguiente paso sea los tribunales, siendo un juez el que dictamine quién tiene razón en este caso, si el Ayuntamiento o las empleadas de limpieza. Pero de momento no se considera agotada la vía de la negociación.