La zona de Aguadulce, en Rota, es un asentamiento de viviendas que desde hace años están en el limbo de la ilegalidad. Más de 400 familias residen allí, la mayoría de ellas durante la temporada de verano, aunque hay muchas que permanecen allí durante todo el año. Y es una reivindicación histórica de esta zona, que cuenta con su propia asociación de vecinos, que se de suministro de agua y luz a estas viviendas, que se encuentran a medio camino de la legalización a través de un Plan de Sectorización, y cuyos vecinos abonan contribución como el resto de roteños.
Desde hace tres semanas aproximadamente, y a causa de una avería, la zona no cuenta con suministro eléctrico. La respuesta de la empresa concesionaria, Endesa, es que no se devolverá hasta que no se regularice de forma oficial el estatus de estas viviendas. Algo que sucederá, pero claramente no será de forma inmediata.
Por este motivo, más de medio centenar de vecinos se han concentrado esta mañana ante las puertas del Castillo de Luna con pancartas, reclamando que se les de una solución ya que pagan impuestos como el resto de vecinos, y recordando que la luz es una necesidad básica. El colectivo quería plantearle al alcalde que intercediese con la empresa eléctrica para que se les de una solución, aunque sea en precario, ya que se acerca el verano, son muchas las familias que viven en la zona, y es imposible estar allí sin luz, además de sin agua, ya que el suministro se realiza a través de bombas eléctricas que les surten de agua de pozo, ya que la canalización del suministro general no llega hasta allí.
Los vecinos han reconocido la buena disposición tanto del Ayuntamiento de Rota y de su alcalde, Javier Ruiz Arana, como de la empresa Endesa, por eso apuestan por un entendimiento y que se encuentre una solución cuanto antes a este problema.
El Ayuntamiento no garantiza una solución inmediata
El alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, ha recibido a los vecinos, aunque ha reconocido a Viva Rota que la situación "no tiene fácil solución". Estas viviendas, en situación ilegal desde hace más de treinta años, han estado recibiendo suministro de forma extraordinaria a pesar de su situación. Hay unas 170 viviendas que sí cuentan con contadores, y a las que se podría devolver en caso extraordinario el suministro, pero muchas de ellas tienen enganches ilegales, y por tanto es inviable devolverles la luz.
"Han estado durante mucho tiempo en una situación de transitoriedad, pero a la hora de reactivar el servicio es complicado, porque la Ley exige una regularización". Una regularización, explica el alcalde, que necesitaría al menos de cuatro años de trámites, desde la aprobación de un plan de sectorización, hasta todos los pasos necesarios para establecer un plan de urbanización del sector que sea ejecutado. Aunque la Ley se ha modificado para acelerar este tipo de procesos y facilitarlos, los plazos son los que son.
El alcalde se ha comprometido con los vecinos a tratar de mediar con Endesa para intentar que se les devuelva el suministro, aunque reconoce que no es tarea fácil cuando existen tantos enganches ilegales, y que en el caso de quienes tienen contadores, para conseguir una vuelta a la normalidad de forma extraordinaria es necesario que sea vivienda habitual, "lo que en la mayoría de casos no es así, ya que se trata de segundas residencias"