El pasado 31 de enero, la empresa concesionaria del servicio del aeropuerto de la Base Naval de Rota, Louis Berger Aircraft Services Inc. (LBAS) despidió a doce de sus trabajadores con el fin, según la empresa, "de alinear la plantilla con el nuevo alcance del contrato suscrito con la U.S. Navy vigente desde agosto de 2016 y que reducía de cuatro a tres el número de aviones requeridos para dar servicio en tierra simultáneamente". Sus decisiones venían respaldadas, explicaba LBAS, por un estudio independiente de eficiencia operativa realizado por Deloitte, que indica que LBAS puede satisfacer los requisitos del nuevo contrato del U.S. Navy de manera segura y eficiente con una reducción de plantilla de 45 empleados.
Siguiendo las indicaciones de sus representantes, los trabajadores interpusieron demanda ante los Juzgados de lo Social solicitando que declarase la nulidad del despido por vulneración de sus derechos fundamentales y, por tanto, exigiendo a la empresa la readmisión de estos trabajadores.
La sentencia del Juzgado considera que LBAS "ha respetado los derechos fundamentales de los trabajadores y no ha ordenado ninguna readmisión". Como consecuencia, la empresa va a dar por extinguida la relación laboral con el abono de una indemnización adicional a la que ya percibieron. LBAS se compromete a entregar la misma calidad y un servicio seguro que siempre ha sido en apoyo de la misión de la U.S. Navy en Rota.
A juicio de la empresa, los representantes del comité" fallaron a los trabajadores en su obligación de negociar la reestructuración que necesita LBAS. Durante el último año, los representantes del comité nunca ofrecieron una solución alternativa a la propuesta ofrecida por LBAS en octubre del 2016", indican desde la empresa en su comunicado.