El número de atenciones de Cáritas Parroquiales se ha duplicado e incluso triplicado en la mayoría de los casos, destacando sobremanera la Iglesia de la Sagrada Familia de la Bazán, donde se han pasado de las 20 familias a 80 en los últimos meses.
El problema es que muchas de las parroquias se han visto desbordadas y no tienen recursos suficientes para atender a tantas peticiones. Por fortuna, y llegados estos casos, se pone en marcha la solidaridad interparroquial. La situación se ha agravado aún más por el hecho de que han disminuido los donativos y colectas que se hacen cada fin de semana en las iglesias, debido a la situación de crisis.
Además, no sólo acuden a pedir comida, sino que en muchos casos requieren de cantidades pecunarias para hacer frente a recibos impagados, como es el caso de la luz o el agua, e incluso para poder adquirir una bombona
El perfil
Lo que también se ha observado, como está sucediendo en la mayoría de instituciones que se dedican a esta labor, es que ha cambiado el perfil de sus usuarios. En muchos casos acuden por primera vez y suelen ser núcleos familiares que han tenido un nivel medio de vida hasta el momento, pero que se han quedado en situación de desempleo todos los miembros que hasta ahora trabajaban.
También hay casos de familias a las que han regresado sus hijos ya emancipados por quedarse sin casa, ni trabajo.