El equipo de sacerdotes del Arciprestazgo de San Fernando ha emitido un comunicado con motivo de la celebración el próximo jueves, 1 de mayo, de Día del Trabajo y de los Trabajadores, con el que pretenden dar a conocer su posicionamiento con respecto a esta celebración.
"El 1 de mayo, Día del Trabajo y del Trabajador, provoca en nosotros –sacerdotes del Arciprestazgo de San Fernando- una honda e inquietante reflexión. En estos últimos años se ha ido deteriorando el horizonte laboral de nuestra ciudad: el desmantelamiento de la industria naval no sólo ha afectado a los puestos de trabajo que estaban directamente relacionados con ella sino también a todos aquellos que –de forma indirecta- se beneficiaban de esta actividad. Todos los días conocemos en nuestras parroquias los terribles efectos de esta situación: personas que pasa a engrosar las listas del paro, que acuden a Cáritas, a comedores sociales, que no pueden pagar las hipotecas que asumieron cuando disponían de un puesto de trabajo, inmigrantes que se quedan sin atención sanitaria, jóvenes que ven ante sí un futuro incierto en lo laboral", indican.
Añaden que "ante esta perspectiva, queremos reflexionar sobre el valor y la dignidad del trabajo humano que aparece ante nuestros ojos como un derecho y un deber. Es un elemento que sirve para solventar las necesidades básicas, para contribuir al progreso de la sociedad, para realizar buena parte de las perfecciones naturales. Como nos indica el Compendio del Catecismo de la Doctrina Social de la Iglesia, “el trabajo es un bien de todos, que debe estar disponible para todos aquellos capaces de él. La plena ocupación es, por tanto, un objetivo obligado para todo ordenamiento económico orientado a la justicia y al bien común (n. 288)".
Por todo ello, "con todo nuestro afecto e interés, queremos dirigirnos":
"A los trabajadores y a sus familias, que sufren actualmente la lacra del paro. Cuentan con toda nuestra solidaridad y, en la medida de nuestras posibilidades, con el apoyo maternal de la Iglesia que se traduce en todas las acciones que desde Cáritas Parroquiales y otras tantas iniciativas que desde la comunidad cristiana de San Fernando se realizan para subsanar y paliar las necesidades que padecen y acompañarles en tantas situaciones de sufrimientos alentándoles en la esperanza".
"A los jóvenes, para que no se dejen oprimir por las perspectivas negativas y dediquen sus mejores esfuerzos a formarse para aprovechar las oportunidades que aparezcan".
"A la sociedad, para que dedique sus mejores esfuerzos a promover iniciativas solidarias al servicio de todos, como empresas de inserción, cooperativas, las redes de solidaridad nacional e internacional, los bancos de tiempo, los economatos solidarios, la banca ética, tiendas a coste cero, la solidaridad familiar, vecinal, o los grupos de personas que comparten sus bienes con otras familias…"
"A nuestros gobernantes, para que no cejen en sus iniciativas para mejorar esta situación, no dejándose llevar por la lógica del mercado sino por la lógica de la persona: “la persona es la medida de la dignidad del trabajo” (Compendio n. 271)".
"Como indicó la Constitución Gaudium et Spes en su proemio: Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón”.
"Como Jesús, el hijo del artesano (Mt 13,55), que dedicó la mayor parte de su vida entre nosotros a colaborar con sus hermanos los hombres; como José, honrado trabajador, queremos ofrecer lo que somos y lo que tenemos a nuestros conciudadanos que sufren la falta de trabajo o lo mantienen en condiciones precarias. ¡No estáis solos!"