Dicen que hay personas que enamoran a la cámara y ella, a sus 16 años, forma parte de este selecto grupo. Paola Sainz de la Maza Ramos posó hace poco más de un año para un proyecto solidario del fotógrafo isleño Carlos Anelo. El resultado fue espectacular y el propio autor de las fotos fue el que la animó para que diese el salto al mundo de la moda y de la imagen. Ha hecho pasarela, pero lo que realmente le apasiona es ser modelo de fotografía. Han pasado más de doce meses y Paola lucha a día de hoy por convertir en realidad su sueño, eso sí, sin descuidar los estudios y de ello ya se encargan sus padres.

Poco a poco le van llegando las recompensas en una carrera de fondo de la que tendrá que cumplir muchas etapas si quiere llegar lejos. Hace apenas un par de semanas se presentó junto a más de 200 modelos a un concurso de una agencia de moda de Cádiz y, para su sorpresa y la de los suyos, le otorgaron el título de Fotogenia Juvenil. “Fue algo completamente inesperado”, afirma la joven, quien el próximo año comenzará el Bachillerato de Artes Escénicas en el Instituto Jorge Juan.

Reconoce que tiene el respaldo de su familia, aunque “fue mi madre la que me animó porque le encanta el mundo de la fotografía. Pero ella es la primera que me deja muy claro que tengo que tener los pies en el suelo, que no tenga nada de bulla y que lo que tenga que llegar, llegará, aunque ante todo están los estudios”.

Un mundo complicado

Paola se ha dado cuenta en tan poco tiempo de lo competitivo que puede llegar a ser el mundo de las pasarelas. “Es cierto que esa competitividad existe y soy muy consciente de que van a ser pocas las amigas que me voy a encontrar en el camino. De hecho, ya me está sucediendo cuando hay algunos casting y muchas de las compañeras con las que he compartido pasarela y me he desplazado con ellas en coche, no me han avisado”.

Triunfar en el mundo de la moda y de la imagen en Cádiz es complicado, máxime aun cuando las grandes agencias están en capitales como Madrid o Barcelona. Dar el salto es algo que ella se plantea, pero no a corto plazo, sino cuando ya tenga encauzados sus estudios. “Todos sabemos que hay que ser constantes, pero también tener esa pizca de suerte y que en el momento justo aparezca alguien que se fije en tí y apueste por tí”.

De momento, tiene colgados muchos de sus trabajos en Fotoplatinum y son muchos los pretendientes de la fotografía que le han salido desde diversos puntos de España como Barcelona, Madrid, Cantabria, Jaén, Huelva, etc. Eso sí, lo de ganar dinero es complicado. “Se hace lo que se llama un intercambio, es decir, ambos nos beneficiamos de nuestro trabajo. Ellos haciendo las fotos y yo recibiéndolas para seguir promocionándome”, señala la joven aspirante a modelo.

Lencería

Le han tentado en una ocasión para posar para un catálogo de lencería, cobrando por supuesto, aunque esa idea no se le pasa por la cabeza porque asegura ser “muy pudoroso”, además de que “soy muy joven y mis padres serían capaces de cortarme la cabeza”, exclama entre sonrisas y en presencia de su padre, que está presente durante la realización del reportaje.

En definitiva, 16 años y toda una vida por delante para seguir luchando y conseguir que su sueño de ser modelo de fotografía se convierta en una auténtica realidad. Suerte.