Sergio Navarro Millán, arquitecto, defensor a ultranza de que en Europa –y en España y en Cádiz- se vive mejor, sobre todo en comparación con otras partes del mundo. Y su intención y su filosofía es que se siga viviendo bien. ¿Cómo? Haciendo que toda la gente gane, directa o indirectamente, siendo empresario que crea empleo o trabajador que ocupa esos puestos de trabajo.
El problema es que Cádiz está en el sur del sur de Europa, mal comunicada, con muchas limitaciones. Hasta que se dio cuenta de que existen instrumentos para que esas limitaciones dejen de coartar el desarrollo de empresas.
Sergio Navarro está construyendo en diversas partes de España pero fue en Granada donde el constructor que hacía la casa que él diseñó le habló de un grupo de empresarios que estaba generando mucho negocio entre ellos. Sintió curiosidad, miró en Internet como hace todo el mundo y leyó esto.
Bienvenido/a a BNI, la organización de referencias de negocios más grande del mundo. BNI tiene más de 178.000 miembros en 60 países. Los miembros de BNI actúan como un equipo de marketing para los demás miembros del grupo, con el objetivo de generar referencias de negocio cualificadas los unos para otros. Muchas de estas referencias resultan en nuevos clientes para las empresas de los miembros, aumentando así sus ingresos.
Actualmente en España hay 125 grupos y más de 3.900 miembros activos de BNI, y en los últimos 12 meses se han generado más de 218.600 referencias con un valor en negocio cerrado de 102.500.000€. A nivel mundial el año pasado, los miembros de BNI generaron 6,6 millones de referencias y más de 7.600 millones de euros para sus empresas.
“Lo primero que ví no me gustó, la gente decía que era una secta. Seguí mirando, estudiando hasta que llegué a un punto de inflexión donde decidía si seguir adelante con eso o me quedo como la mayoría nos quedamos, en mera investigación o poco más. Me fui a Madrid a hacer unos cursos y a partir de ahí comencé a generar el grupo de empresarios BNI Sinergia en San Fernando en el que ahora mismo somos quince empresarios, aunque la idea es crear un grupo de entre 40 ó 45 empresarios de San Fernando para generar negocios entre nosotros”.
Como todos los principios “fue complicado, pero cada vez se suma más gente. Las reuniones las hacía yo con mis contactos al principio, pero siendo ya quince no son sólo mis contactos, sino los contactos de mis contactos”.
Como una red social.
—Claro, aunque no queremos que esto sea enorme. Tenemos un número y un número lógico es 45. Y puedo decirte que con quince que somos tengo mucho trabajo. No te puedo decir que estoy desbordado pero me ha salido mucho trabajo a raíz de esto. ¿En un grupo de 40 empresarios quién no necesita un abogado? Pues dentro del grupo hay un abogado. ¿Necesita un arquitecto? Yo soy arquitecto. Hay un constructor… No nos hacemos competencia entre nosotros. Esto es una forma de trabajar normal, lo que pasa es que aquí nunca se ha hecho de una forma organizada. Yo voy a hablar bien de ti pero no porque seas un tío estupendo y voy a hablar bien de ti, sino porque nos reunimos todas las semanas, desayuno contigo todas las semanas, nos reunimos 54 semanas al año. Se van creando vínculos y una persona con quien más negocio hace es con aquellas con las que tiene vínculos. Es una cosa muy sencilla.
Pero algo de secta, de camarilla, sí que tiene.
—Sí, pero funciona. Yo lo que quiero es hacer negocio y todo el que viene lo que quiere es hacer negocio. Es una forma más. En Sevilla están funcionando seis grupos BNI, en Granada hay cuatro, en Málaga, en Estepona… Y en Cádiz es el primero, aunque en Algeciras se está creando otro grupo.
¿Y si se crean muchos grupos no terminan compitiendo unos con otros?
—No. Realmente lo que hacemos es darnos negocios entre nosotros. Yo quiero hacer cosas fuera de España y para mí es muy fácil, ahora, llamar a cualquier grupo de Europa, presentarme allí y sé que voy a tener a un grupo de empresarios que en toda actividad que yo inicie en esa ciudad me van a apoyar y van a estar ayudándome.
Se trata de que en cada grupo todos sean de profesiones distintas y además establecer relación con otros grupos.
—Competición y cooperación.
Siempre se ha dicho que no te asocies ni con tu mujer.
—Se trata de que todo el mundo gane dinero. Si uno gana dinero se construirá una casa y llamará aun arquitecto. Si yo te ayudo lo mismo no te cobro, pero me debes un favor y algún día posiblemente me ayudarás…
Contándolo como lo cuentas…
—Es un mundo ideal paralelo al mundo real. Pero es muy simple. Un mundo de 40 empresarios en el que todos somos comerciales de todos. Voy a tener a cuarenta comerciales que van a hablar bien de mí porque hemos estado juntos toda la semana, le he generado la suficiente confianza para que hablen bien de mí o que me avisen de que tienen un amigo que se quiere hacer una casa, adecuar un local comercial… Y si yo como arquitecto hago un proyecto, ese proyecto lo construye, posiblemente, el que constructor que está dentro del grupo, el fontanero que está dentro del grupo, el electricista que está dentro del grupo… Pero tampoco se trata de un grupo cerrado. No tienes que contratar al abogado que está en el grupo. Llamas al abogado que has tenido toda la vida. Pero con el abogado del grupo te vas a ver 52 semanas al año y al abogado de toda la vida lo vas a estar llamando los dos o tres primeros mese, pero si el del grupo te genera confianza vas a ir contando con él.
Entramos en las suposiciones. Ya está el grupo funcionando. ¿Cómo se da el salto al ámbito internacional?
—Nosotros ahora mismo somos 15 y vamos a hacer el lanzamiento del grupo cuando seamos treinta que calculo que en dos reuniones más lo seremos. Vendrán los empresarios que han asistido a las reuniones, los partidos políticos, todos, los medios de comunicación sin distinción alguna. Cada uno de los treinta miembros invita a una diez personas, con lo que tenemos una reunión de unas trescientas personas y a partir de esa reunión los grupos suelen crecer hasta llegar a cuarenta miembros. Pero el salto a internacional se hace de una manera individual. Yo estoy interesado en entrar en el mercado inmobiliario de Londres, que es complicado, pero para mí era más complicado hace un año que no conocía a BNI. Ahora mismo tengo cerradas doce entrevistas en Londres con doce empresarios que a su vez tienen grupos en Londres y que me van a ayudar. Lo mismo que si tienes la vista puesta en Panamá, o en Brasil. Vas a llamar a un grupo de cuarenta empresarios de Panamá o Brasil que te van a arropar cuando llegues. No te van a atender a puerta fría porque saben a lo que vas. En cierto modo sí es un poco secta, como tú decías…
Yo no. Lo decías tú primero.
—Pero para un empresario es muy bueno.
Lo que está claro que ahora mismo se cuenta como una cosa fácil pero no lo es…
—Han pasado por ahí alrededor de 200 empresarios y han entrado quince en el grupo. Hay gente que lo ve y hay gente que no lo ve. Esta mañana tuvimos una reunión estratégica, para seguir creciendo, y se hizo mucho negocio entre nosotros. Y somos quince solamente.
¿Y los 185 por qué no entraron? ¿Por qué no lo veían o porque ustedes no los venían a ellos?
—La mayoría porque no lo ha visto. Sólo a ocho o diez les hemos dicho que no, pero porque a mí me interesa gente que lo vea igual que lo veo yo. Claro y con ganas de hacer negocios.
Pero detrás de todo esto hay una empresa que es BNI.
—Y son muy estrictos. Funcionan desde hace diez años y yo en la zona de Cádiz no puedo inventar nada, está todo inventado. Funcionamos desde una parámetros muy organizados y con una experiencia contrastada de diez años. Es como una franquicia para formar grupos de empresarios.
¿Y BNI cobra por ser de la franquicia?
—En España vino un señor de Irlanda y otro de Portugal y compraron la franquicia de España y están expandiendo el negocio en España. A ellos les ha costado dinero la franquicia.
¿Tú tienes que pagar a BNI?
—Cada empresario tiene que pagar una cuota de 500 euros anuales y en ese dinero está la parte proporcional que ganarán los dueños de la franquicia de España, hay cursos de formación en marketing porque la mayoría no nos hemos formado en marketing, salimos de la carrera pero no tenemos ni idea de cómo vendernos, cómo vender nuestro producto. Hay un taller mensual que está dentro de esa cuota, documentación y folletos que hay que leer y estudiar porque eso es formación para expandir el negocio de cada uno. Todos los que estamos hemos amortizado los 500 euros.
¿La formación es distinta para cada sector, cada profesión?
—Es igual. Es formación en marketing.
Más franquicia todavía. Tienes que uniformarte.
—Sí pero no. Tú eres autónomo y tienes una empresa pequeña pero a la vez estás metido en una organización. Estás arropado por una gran empresa pero sigues siendo pequeño empresario que lleva su negocio como quiera. Lo que van a hacer es ayudarte a expandir tu negocio por donde tú quieras.