Hoy en día es uno de los Cuerpos más valorados del mundo precisamente realizando una de las primeras acciones desde su creación, la investigación de delitos económicos. Amén de que la Guardia Civil es todo un referente del orden en todos y cada uno de los rincones de España, especialmente en la España rural a la que no llegan otras policías, que era de lo que se trataba.
Ese cuerpo altamente especializado ha cumplido 175 desde que se puso la semilla de lo que es ahora y la Real Academia de San Romualdo no quiso dejar pasar la efeméride -que se celebra durante todo el año- con una conferencia sobre la Guardia Civil.
Jesús Núñez Calvo, coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, llenó totalmente el auditorio del Centro de Congresos con su conferencia titulada Orígenes históricos de la Guardia Civil y arrojó luz sobre la vicisitudes de su creación tras varios intentos fallidos por los cambos de gobierno en una época convulsa y por la mala influencia de la política en sus cometidos.
El coronel Núñez Calvo situó a los presentes en los momentos de la génesis de la Guardia Civil, hace casi doscientos años. Una situación en España “muy convulsa, en 1844, tras cuatro décadas terriblemente complicadas, con problemas económicos, políticos y sociales derivados de grandes conflictos bélicos”.
Citó la primera de la guerra civil carlista que vino a agravar la situación “en una España que más del 80 por ciento era rural, muy distinta a la que hoy conocemos”, lo que vino a suponer un “elevadísimo coste en todos los aspectos, lo que derivó en un grave problema de seguridad pública. No había libertad de movimientos, de personas ni de mercancías, con asaltos de bandoleros que perjudicaban aun la economía del país”.
Es en ese contexto en el que el Estado trata de solucionar esta situación con contingentes del ejército y de la milicia nacional, nacida de la Constitución de 1812, si bien no existía un cuerpo concreto “para precisamente como dice nuestro lema, imponer el orden y la ley”, explicó el coronel.
Núñez señaló las dificultades para que esta labor las pudiera llevar a cabo el ejército, por sus características organizativas y su composición que buscan la concentración de fuerzas antes que la dispersión por pequeños pueblos.
La defraudación fiscal era otra de las prácticas habituales incontroladas y que provocaba graves daños al mantenimiento del Reino al no recaudarse tasas, impuestos y aranceles.
Es precisamente con esa justificación por la que se crea la Guardia Civil para emprender esta necesaria labor. Jesús Núñez expuso previamente los intentos anteriores para solventar esta situación y que preludiaron la aparición de la Benemérita.
Varios intentos
Citó el “interesante e innovador ensayo” que supuso el primer Resguardo Militar de Rentas durante el trienio liberal (1820-1823), los intentos durante el absolutismo de Fernando VII de fundar una formación para perseguir el contrabando y posteriormente la propuesta de creación de una policía fiscal por Real Decreto que no fructificó si bien reflejaba características con las que posteriormente contaría la Guardia Civil.
Para solucionar los problemas de seguridad nacional “hacía falta un respuesta policial y no militar”, dijo el coronel Núñez, que lamentó que las iniciativas que iban surgiendo no se hicieran realidad por la inestabilidad política existente entonces.
Citó varios proyectos anteriores a la Guardia Civil destinados a este cometido como la Legión de las Salvaguardas Nacionales, iniciativa del primer Duque de Ahumada presentada en Las Cortes en 1820 y rechazada por votación parlamentaria “como medida atentatoria contra la libertad y desorganizadora de la milicia nacional”.
Otro antecedente histórico fue el cuerpo de los Celadores Reales, en 1823. Implantada su primera compañía en Zaragoza, formaba parte del arma de caballería del ejército. En 1827 solo se circunscribió a Madrid, donde se encontraba la Corte, y terminó por desaparecer.
Como tercer conato surgió la idea de la Policía General del Reino, creada en 1824, nacida con voluntad de desplegarse por todos los núcleos urbanos del Estado.
“Fue un significativo avance en cuanto a la seguridad pública de la época, pero sufrió un problema muy importante, su singular y excesiva vinculación a implicaciones políticas. Nunca, lección aprendida, deben mezclarse seguridad pública con intereses políticos como lo hizo el absolutismo”, dijo el conferenciante.
Tras citar como otro antecedente histórico el cuerpo de Salvaguardias Reales en 1833, destinado solamente a Madrid y como base para crear un nuevo ente de 10.000 efectivos y que desapareció en 1839, el coronel Núñez alcanzó en su exposición histórica la década de 1840, cuando se constituyó a iniciativa y bajo el control del ministro de la Guerra Manuel de Mazarredo, mediante un Real Decreto de 28 de marzo de 1844.
Y llegó el momento
El 2 de mayo de ese mismo año el mariscal de campo Ramón María Narváez asumió el poder, retomó la idea, encargando su reorganización al de igual empleo Francisco Javier Girón y Ezpeleta Las Casas y Enrile, II duque de Ahumada y V marqués de Las Amarillas, quien entonces ostentaba el cargo de inspector general militar. F
ruto de ello vio la luz un posterior decreto con el que verdaderamente nació la Guardia Civil. Conforme se detallaba en la norma fundacional, el nuevo cuerpo de naturaleza militar quedaba sujeto al Ministerio de la Guerra en su organización, personal, disciplina y percibo de haberes, y al de Gobernación en cuanto a servicio y movimientos y seguridad ciudadana.
“Un decreto muy importante que marca lo que hoy es la Guardia Civil, el primer agente del gobierno y el primer sostenedor de la tranquilidad pública”, especificó el disertador, detallando posteriormente la filosofía de este cuerpo emanada de la Cartilla de la Guardia Civil, verdadero código moral de la institución y que es la gran base del actual reglamento del cuerpo.
Núñez finalizó su intervención rememorando unas palabras “históricas y premonitorias” Benito Pérez Galdós reflejadas en sus Episodios Nacionales dedicadas a la Guardia Civil, donde se destaca el cuerpo como “un ser grande, eficaz y de robusta vida”, culminando su conferencia con un elocuente deseo. “Larga vida a la Guardia Civil”.
San Fernando en la memoria
El conferenciante fue presentado por Teodoro López Moratalla, capitán de navío y académico de San Romualdo, que destacó algunos aspectos del dilatado currículum del disertador así como justificó la conmemoración de este 175 aniversario como “justa, con la que la Academia ha querido contribuir”.
López Moratalla fue también el responsable de la presencia del coronel de la Guardia Civil en la Real Academia de San Romualdo, como reconoció el propio Jesús Núñez Calvo en los prolegómenos de su disertación y finalizó su presentación del conferenciante con la estrofa con la que empieza y acaba el himno del cuerpo: "Viva España, viva el Rey, viva el orden y la ley, viva honrada la Guardia Civil".
El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, aunque nacido en Palma de Mallorca porque los “hijos de militares nacemos donde están destinados nuestros padres”, se considera isleño por cuando su niñez y adolescencia transcurrió en San Fernando. De ahí que Núñez recordara el ahora Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León como el Cine Almirante y las meriendas en los Hermanos Picó o la Mallorquina.
La alcaldesa, Patricia Cavada, elogió la labor de la Guardia Civil y también la de la Real Academia de San Romualdo señalado sus ciclos de conferencias como el paradigma de la cultura en San Fernando.