El próximo día 17 de marzo a las 11.30 horas, el colectivo de vecinos, pescadores, caseteros y hosteleros de la playa de la Casería organiza una marcha de protesta contra el expediente de Costas.
El procedimiento, que se encuentra ya en sus últimas fases, pretende recuperar la posesión de los terrenos cercanos a la playa de la Casería y conllevará el desalojo y demolición, tanto de las casetas, algunas de ellas con casi un siglo de antigüedad, como los establecimientos hosteleros que bordean el litoral.
La marcha tendrá lugar desde el mencionado enclave hasta el ayuntamiento de la ciudad, siguiendo el itinerario que empieza en la Playa de la Casería, Magallanes, San Federico, Joly Velasco, General Lobo, José Suárez, San Rafael, Colón, Rosario, Real, Plaza del Rey y frente al Ayuntamiento se leerá un manifiesto.
Los convocantes animan a toda la ciudadanía a participar del evento y mostrar así su repulsa ante la destrucción de un enclave único y singular, que hace a la ciudad de San Fernando y al barrio de la Casería en particular, un espacio "diferenciador, atractivo, tanto para los vecinos, como los turistas y visitantes que encuentran en ese sitio una singular belleza, una playa diferente de cualquier otra del litoral marítimo nacional, sólo equiparable a las exóticas playas del caribe". Cabe señalar que este procedimiento de desalojo y recuperación posesoria no viene acompañado de un proyecto de viabilidad y mejora del entorno y el expediente se limita a ordenar el derribo de las distintas construcciones que allí se encuentran sin ofrecer a cambio ningún tipo de alternativa.
El colectivo de vecinos, pescadores, caseteros y hosteleros, invita a la ciudadanía a que los acompañen en la protesta e instan a los partidos políticos a mostrar su rechazo al expediente. Citan a los miembros de los distintos grupos con representación municipal para que hagan valer el acuerdo que firmaron para declarar el enclave como bien de interés público, acompañando a la ciudadanía en muestra de apoyo. También invitan a las asociaciones de comerciantes, hosteleros y demás colectivos de la ciudad para que muestren su disconformidad con la destrucción del enclave y la consecuente pérdida de empleos que esta conllevará.
Durante el desarrollo de la protesta se adoptarán todas las medidas sanitarias que la actual situación epidemiológica impone, el uso de la mascarilla será obligatorio y la distancia mínima entre participantes será siempre superior a los dos metros.