El portero Rubio, que lucha desde hace meses para derrotar a una enfermedad, recibió un modesto homenaje en el Campo de Fútbol de El Picacho en un partido de carácter informal en que participaron jugadores que pertenecieron al equipo juvenil y al B del Atlético Sanluqueño en la temporada 1990-91. Los presentes rememoraron viejos tiempos (entonces algunos lucían menos barriguita y más pelos) en un encuentro donde Rubio ocupó su habitual demarcación, la de guardameta, y en la que su hijo formó parte de uno de los equipos.
Entre los muchos jugadores que acudieron a la cita se encontraban Chema y Lucas Alcón, que actuaron con el Atlético Sanluqueño en la Segunda División B siendo muy jóvenes, Pepe Galán, que llegó a la Primera División, Pepe Ramírez, que también estuvo en la elite, y Pepe Silva. Los dos últimos mencionados fueron entrenadores de muchos de los futbolistas que se vieron las caras en El Picacho. El día acompañó, sobre todo porque no hizo calor. Chema manifestó que “decidimos reunirnos para apoyar a Rubio, que está pasando un mal trago, aunque le pregunté y me dijo que sigue con el tratamiento, que va tirando para adelante, que se está recuperando y que por supuesto seguirá peleando por salir de esta situación”.
Añade que “Rubio agradeció el detalle y nos llegamos a emocionar. Lo que le he pasado le puede ocurrir a cualquiera”.Bromea cuando dice que “no creo que los que jugamos el partido estemos para que nos convoque el Atlético Sanluqueño. Para colmo le di un balonazo a su hijo porque cuando disparé a puerta no le vi”.
Uno de los equipos llevaba petos azules y el otro verdes. El marcador final fue de empate a tres goles, aunque fue lo de menos. Tras el encuentro, se programó una convivencia en un local de Sanlúcar. El acto acabó sobre las 22.00 horas, pudiendo los presentes contemplar una recolección de fotos y varios videos. Para más adelante, no descartan programar otro partido para, además de apoyar a Rubio, echar un buen rato. Han pasado dos decadas y los jugadores que afrontaron el encuentro recordaron vivencias y contaron numerosas historias y anécdotas porque el que más o el que menos ha pasado por el Atlético Sanluqueño. Por eso, también desean que el equipo verdiblanco pueda lograr el ascenso a la Segunda División B, categoría que se perdió hace dos decadas.
