La Algaida, la zona de producción hortícola más importante de la Costa Noroeste de Cádiz, fue también una de las más afectadas el pasado fin de semana por los efectos del temporal de lluvia y viento que azotó la Península.
Un total de 25 invernaderos se vieron afectados en la zona, donde el viento llegó a alcanzar los 120 km por hora. La llamada ‘ciclogénesis explosiva’ ha afectado a las estructuras de producción intensiva de La Algaida, provocando cuantiosas pérdidas a los agricultores de la zona, que han visto cómo los invernaderos perdían sus plásticos y resultaban afectados en su estructura debido al fuerte viento.
Las lluvias que han acompañado a estas fuertes rachas de viento durante toda la semana ponen en peligro las cosechas de temporada, ya que la producción se hace “más vulnerable a las enfermedades”, tal y como han señalado agricultores de La Algaida a este periódico.
Desde las distintas organizaciones agrarias han señalado a la localidad de Sanlúcar -junto con Chipiona - como la más afectada por el temporal del pasado fin de semana. La producción de la flor cortada es, junto a la hortícola, la que mayores pérdidas ha sufrido como consecuencia del fuerte viento. Los invernaderos de producción de claveles, en la carretera de Chipiona, han quedado al descubierto, llevándose el viento los plásticos y dejando los cultivos desprotegidos.
MEJORAS
Los mayores daños se han registrado en las estructuras con más de 30 años de antigüedad, por lo que desde la organización agraria COAG han recordado a los agricultores la necesidad de poner en marcha los planes de mejora de estructuras agrarias.
Las cooperativas del Bajo Guadalquivir estiman que se han producido daños por valor de más de tres millones de euros, un nuevo ‘varapalo’ para el sector, que lamenta las decenas de estructuras dañadas, las cubiertas de plástico arrancadas y plantaciones a la intemperie que han dejado este tipo de cultivos “a merced de las enfermedades”. Este atípico temporal de viento y lluvia ha colocado a los agricultores de flor cortada ante una “difícil situación” y “abocados al cese de la actividad”, tal y como sostienen desde la Federación Andaluza de Empresas de Cooperativas Agrarias (Faeca) al recordar la subida del tipo impositivo del 8% al 21% al que ha tenido que hacer frente el sector. Desde Faeca alertan de la desaparición, en apenas una década, de más de 700 hectáreas de cultivo de flor cortada, un sector que vivió su esplendor en la década de los años 90, donde la provincia de Cádiz, y las localidades de Sanlúcar y Chipiona agrupaban el 75% de la producción.
Las causas de este declive las sitúan en la falta de rentabilidad de las explotaciones. Sin embargo, advierten, “ahora el incremento del IVA y los daños producidos por la ciclogénesis explosiva, con vientos que han superado los 100 kilómetros por hora, pueden determinar una campaña catastrófica y suponer la puntilla a este sector en la comarca, pese a ser una de las principales zonas productoras de España”, finalizan diciendo.
