Este jueves, 4 de abril, a las 18:30 de la tarde, el responsable del Área de residuos de la Confederación de Ecologistas en Acción, Daniel López y el coordinador provincial de esta organización, Pablo Álvarez, impartirán una charla en la Biblioteca municipal Rafael de Pablos,sobre el proyecto del gasoducto en Doñana y la fracturación hidráulica en Cádiz.
Por un lado, la charla-coloquio consistirá en explicar a los presentes de que se trata el proyecto de Gasoducto. Utilizar el subsuelo del Parque Nacional de Doñana para el almacenamiento y transporte de gas natural, poniendo en riesgo los ecosistemas de la zona y vulnerando la normativa vigente. Se trata de una infraestructura industrial que debería estar vetada en el área de influencia del Espacio Protegido de Doñana.
La Declaración de Impacto Ambiental publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) respalda el proyecto de Petroleum Oil Gas-España, filial de Gas Natural FENOSA. El plan incluye la construcción de un gaseoducto de interconexión de más de 18.000 metros bajo el subsuelo del paraje del Saladillo al norte del arroyo de la Rocina. T.M. Almonte (Huelva).
Este paraje está incluido dentro del Plan de Ordenación Territorial de Ámbito de Doñana (POTAD). Está calificada como zona A, es decir, de máxima protección. El proyecto afecta a hábitats prioritarios que han sido declarados como Lugares de Interés Comunitario (LIC) de acuerdo a la directiva de la Unión Europea.
Por otro lado, la fracturación hidráulica o fracking, es una técnica de perforación del suelo y subsuelo para extraer un gas, posteriormente se inyectan grandes cantidades de agua y arena a presión así como productos químicos muy contaminantes, a su vez esta técnica acarrea un gran consumo de agua y la generación de aguas residuales contaminadas pudiendo llegar éstas a ser radiactivas.
En Estados Unidos han causado graves impactos ambientales, es por esto que hoy en día conocemos las consecuencias. En la Unión Europea aún no está claro el posicionamiento frente al fracking aunque algunos países, como Francia, han aplicado ya moratorias para evitar la proliferación de proyectos. A juicio de los ecologistas, la explotación de este tipo de recursos no hace más que profundizar en el actual modelo de consumo de recursos fósiles, modelo socialmente insostenible y contaminante basado en la quema petróleo, gas natural y carbón para producir electricidad y posibilitar el transporte. "Apostar por este tipo de recursos implica retrasar aun más el desarrollo e implantación de las energías renovables y el ahorro energético además de seguir aumentando las emisiones de efecto invernadero en el Estado español".