La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz juzga este miércoles a un hombre acusado del intento de homicidio de su pareja en 2012 en Sanlúcar de Barrameda, localidad en la que la víctima trabajaba y a la que desplazó el acusado con la intención, presuntamente, de acabar con su vida.

Según el escrito de calificación fiscal, acusado y víctima mantenían una relación sentimental y tenían tres hijos en común, conviviendo en Chipiona en el momento de los hechos.
Detalla el escrito de la Fiscalía que los hechos tuvieron lugar el 4 de octubre de 2012, cuando, “con intención de terminar con la vida” de su pareja, el acusado se dirigió en bicicleta hasta el bar en el que trabajaba ésta desde hacía unos días en Sanlúcar, provisto de un cuchillo de plástico, otro con mango de plástico y hoja metálica y un objeto punzante de “cierta envergadura”. La mujer se encontraba trabajando en el bar Al Poniente, en la calle Fernando de Magallanes, cuando ocurrieron los hechos que serán juzgados en las próximas semanas.

Al verlo llegar al bar, la mujer salió a la calle para hablar con su ex pareja “en previsión de que hubiera algún incidente violento”, apartándose ambos a una distancia de entre 15 y 20 metros del local. Al parecer, el agresor le pidió que se fueran a la playa y ella se negó, reclamándole luego un beso y más tarde 40 euros, a lo que también se negó.

Según el relato del fiscal, el hombre insistía y estuvieron discutiendo unos minutos, hasta que él se acercó a la bicicleta, cogió el cuchillo de plástico y se lo mostró a la víctima diciendo que “con eso la iba a matar”.

La mujer, pensando que se trataba de “una broma”, dio un “leve empujón” a su pareja, lo que él habría aprovechado para “tirar el cuchillo de plástico al suelo y sacar el utensilio punzante y el cuchillo” que, al parecer, llevaba ocultos, asestándole “de forma violenta con el objeto punzante dos golpes”, uno de ellos en el tórax y otro en la zona abdominal.

La víctima comenzó a sangrar y otras personas que habían presenciado lo ocurrido se interpusieron entre ambos, huyendo el agresor.

En los mismos términos se pronunciaron entonces los testigos presenciales de los hechos, que fueron quienes trasladaron a la mujer a un centro hospitalario al constatar la gravedad de las dos heridas de arma blanca que le habían sido provocadas por el agresor, una en el abdomen y otra en el tórax.

La víctima fue trasladada entonces al Hospital comarcal Virgen del Camino donde fue intervenida y permaneció ingresada durante una semana bajo vigilancia policial, un seguimiento que continuó a su salida del centro hospitalario ya que la policía no dio con el presunto homicida, que no fue localizado hasta que ocho días más tarde se personó en las dependencias de la Guardia Civil de Chipiona, donde fue detenido.

Nada más tener constancia de los hechos, la Policía Nacional activó el protocolo por un supuesto caso de violencia doméstica.

ANTECEDENTES

Según informaron fuentes de la Policía Nacional en aquellas fechas, al detenido le constaban antecedentes policiales por violencia de género, si bien no determinaron si había sido denunciado por la víctima o se trataba de una pareja sentimental anterior. El acusado se encuentra en situación de prisión provisional desde mediados de octubre de 2012, cuando se entregó a la Guardia Civil.
Testigos del caso aseguraron que la mujer y su agresor, un hombre de 41 años nacido en Chipiona, tenían tres hijos en común, si bien en el momento de los hechos, se encontraba separada de su pareja, que resultó finalmente ser el agresor de la mujer, de 38 años de edad.

En el escrito de calificación del Ministerio Fiscal se da cuenta de que a causa de la agresión, la víctima tuvo que ser intervenida quirúrgicamente y estuvo hospitalizada durante una semana en el Hospital Virgen del Camino, estando durante 40 días impedida para sus ocupaciones habituales. Tras la intervención quirúrgica, la mujer estuvo ingresada durante algunos días en la UCI pasando posteriormente a planta por su evolución favorable. Señala la Fiscalía que, de no haber sido intervenida, la evolución de la herida abdominal “habría sido desfavorable, con riesgo para la vida”. Apunta también que el objeto punzante y el cuchillo no han sido localizados, sí siendo intervenido el cuchillo de plástico.

La mujer estuvo bajo protección policial tanto en el hospital como a su salida del centro sanitario, hasta la detención de su agresor, días más tarde, al considerar los responsables de la Policía Nacional que existía un “riesgo extremo” para su vida.

El Ayuntamiento de Sanlúcar condenó los hechos y se puso a disposición de la víctima y de la Policía para colaborar en la medida de sus posibilidades en la investigación, que se prolongó durante varios días y que causó una gran preocupación entre los sanluqueños al no localizar la Policía al presunto agresor hasta que este se entregó.

En base a lo expuesto, considera el Ministerio Fiscal que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa con el agravante de parentesco, por lo que solicita una pena de nueve años de prisión y la prohibición de que el acusado se acerque a la víctima a menos de 200 metros durante 12 años. Asimismo, reclama que indemnice a la mujer con 5.271 euros más intereses legales por las lesiones sufridas, los días que tardó en curar y secuelas.