El Mapa del Caos (Plaza&Janés), pone fin a la trilogía victoriana, con la que da un giro hacia el género más detectivesco en un claro homenaje a Arthur Conan Doyle, padre de ‘Sherlock Holmes’. La historia, que también se puede leer de forma independiente a las dos anteriores, recrea cómo el protagonista --H.G.Wells-- hará todo lo posible para hablar con su amada --muerta trágicamente--; y se sitúa en el Londres victoriano y en pleno apogeo del espiritismo. La fantasía -siempre presente en la obra de Palma, por la que ha obtenido numerosas distinciones y que también le hizo merecedor de la Insignia de Oro de la ciudad- y el amor, están presentes en esta novela que presentaba en Sanlúcar el pasado viernes.
—Con esta novela pone fin a su trilogía. ¿Qué ha sentido al terminar la saga?
—He sentido tres cosas: satisfacción, porque aunque un artista nunca está contento al 100 por 100 de su trabajo, creo que he cerrado mi trilogía de la manera más digna posible; agradecimiento, por la cantidad de lectores que esta trilogía me ha dado; y liberación, porque han sido siete años atareado en este proyecto, y tenía muchas ganas de concluirlo para poder iniciar nuevas aventuras.
—¿Qué va a encontrar el lector en El Mapa del Caos?
—Su argumento es difícil de resumir, ya que, al igual que las anteriores novelas, acoge muchas subtramas, y casi todas tienen la misma importancia. Hay una historia de amor tan poderosa que continua más allá de la muerte, y la persecución de un hombre invisible, y un virus que encierra el secreto para viajar entre mundos paralelos, y licántropos, y fantasmas, y escritores tan famosos como Conan Doyle o Lewis Carroll… Creo que acabaría antes diciendo qué no hay.
—En ella rinde homenaje a Arthur Conan Doyle. ¿Qué autores han marcado su carrera?
—Muchos. Cortázar fue el que más me influyó cuando estaba empezando y escribía principalmente relatos. Pero luego, al meterme con la novela, me he dejado influenciar por muchos otros autores, tratando de aprender de cada uno de ellos cosas diferentes.
—El amor está presente en las tres novelas de la trilogía. ¿No hay novela sin una historia de amor?
—Claro que la hay. Pero el amor es uno de los temas universales, y creo que mi trilogía está impregnada de romanticismo. En ella el amor tiene muchísima importancia. Tanta como la imaginación.
—Vive ahora en Barcelona , pero uno de los lugares que ha elegido para presentar su novela ha sido Sanlúcar. ¿Regresará a la ciudad algún día?
—Por supuesto. Lo que ocurre es que, por variadas razones, uno no siempre puede vivir donde le gustaría.
—Ha recibido numerosos reconocimientos por sus cuentos, pero ha sido esta trilogía la que lo ha consagrado como escritor en el panorama literario. ¿Se lo esperaba?
—En absoluto. El éxito que ha tenido ha superado todas mis expectativas. Siempre digo que me siento un privilegiado porque, desde que comencé a escribir, todos mis sueños se van haciendo poco a poco realidad.
—Esta saga se ha publicado en más de 25 países y le ha abierto además las puertas del mercado americano…
—Sí, que es el mercado más difícil para los autores españoles. La verdad es que me siento muy afortunado.
—¿Se puede vivir hoy día siendo escritor?
—Bueno, en España eso es algo que solo consiguen hacer unos pocos. La mayoría de los escritores españoles tienen otro trabajo, que es el que realmente les permite vivir, y con el que compaginan su carrera de escritor. En mi caso, siempre he vivido de la literatura. Al principio de los concursos literarios, las colaboraciones en prensa y demás, y ahora de mis libros, aunque toco madera, pues la crisis que nos asfixia está castigando tanto el mercado editorial que no sé cuánto tiempo más podré hacerlo.
—La fantasía en una constante en sus obras. ¿Con qué fantasea ahora?
—Con que algún estudio lleve mi trilogía al cine.
—¿Está ya trabajando en otra novela?
—Aún no. Ahora estoy descansando, y aprovechando para escoger entre todas las ideas que me rondan en la cabeza, una que sorprenda de nuevo a mis lectores.
