El entrenador del Sevilla, Julen Lopetegui, afirmó este domingo que esperará "hasta última hora" para dar la convocatoria del partido del lunes en Cádiz por si alguno de los siete futbolistas contagiados por COVID-19, según comunicó el club, "da negativo y puede incorporarse a última hora".
El Sevilla tiene tres bajas seguras por lesiones de larga duración, las del lateral derecho Jesús Navas y los extremos Suso Fernández y el argentino Erik Lamela, más la del central francés Jules Koundé, sancionado, y ha ido comunicando durante la semana un goteo de infecciones de jugadores por coronavirus que se ha detenido, por el momento, en siete.
"Es evidente que estamos todos los equipos afectados por una circunstancia compleja. Hemos podido trabajar con muy pocos jugadores del primer equipo. No se va a suspender la jornada. Como la música no la ponemos nosotros, lo único que podemos hacer es dedicarnos a bailar. No decido si la jornada se suspende; si hay que jugar, hay que jugar", aseguró en rueda de prensa.
Para el técnico guipuzcoano, la circunstancia era "para haber reflexionado" sobre si era conveniente "hacer algo más para defender la competición, porque la preparación se ha hecho con muy pocos futbolistas", algo que "desprestigia la Liga y la desvirtúa" desde el momento que "un equipo puede tener tres bajas y otro, quince".
Lopetegui destacó que "el Cádiz está en un buen momento, ha firmado dos buenos partidos ante el Granada y el Real Madrid", el líder de LaLiga, que "apenas le creó ocasiones y con una de Negredo para haber ganado al final", de modo que espera "un partido complejo" frente a un adversario "con las ideas muy claras".
Los gaditanos también acusarán algunas ausencias, aunque el preparador sevillista opinó que "es complicado que tenga más bajas" que su equipo, así que se ha "preparado para buscar soluciones mirando a la cantera, como se hizo antes de las vacaciones".