Años de
hostigamiento, desmotivación y amenazas. Es el relato de los
profesionales del Área Sanitaria de Osuna que se han aglutinado en torno a una
plataforma, que además es
anónima para
evitar “represalias”, desde la que llevan reclamando desde hace varios meses el
cese del director económico del AGS Osuna, Casto Ortiz, por su
“gestión de personas deplorable” y ante el declive de la atención sanitaria, motivo por el que incluso han solicitado una
reunión con la
delegada provincial de Salud,
Regina Serrano, aunque desde el SAS aseguran que no hay
constancia oficial de esa reunión.
Aunque en la
Plataforma del Área Sanitaria de Osuna, de la que forman parte ya más de
250 profesionales, no hay ningún nombre ni ninguna referencia personal que pueda identificar a los firmantes, sí que hay trabajadores de todos los ámbitos en ella. Incluso han hecho llegar a Viva una nota de prensa en la que describen cómo los “profesionales del Área, desde hace años,
trabajan hostigados, desmotivados y amenazados, eso puede repercutir en la calidad de la atención a los ciudadanos”.
En la nota de prensa, en la que directamente
culpan a la “gestión de personas deplorable” que realiza su
director económico, Casto Ortiz, relatan cómo
“huyen” los profesionales con más experiencia y que son
sustituidos por otros “que en ocasiones no tienen siquiera la mínima cualificación para el trabajo”, como médicos extranjeros con título sin homologar o licenciados sin MIR cuyo trabajo se autorizó “excepcionalmente durante la pandemia, pero siguen ejerciendo durante la normalidad”. Es lo que llaman “
anormalidad crónica”.
Denuncian que
no da tiempo a cubrir las plazas de los que emigran y que quedan
desiertas que “intentan ocultar
asignando los cupos de forma ficticia a médicos que, en realidad no los atienden porque están en otro puesto de trabajo”.
“A pesar de ello y como estrategia para tener a los profesionales
bajo constante amenaza, se obstinan en ofrecer
contratos mensuales a riesgo de que los profesionales se cansen y emigren (actualmente las condiciones permiten a los médicos encontrar trabajo en 24 horas cuando te cansas de trabajar en el Área de Osuna),
denegar permisos de forma arbitraria,
sobrecargar las
agendas, exigir
objetivos inalcanzables,
exprimir las nóminas obligando muchas veces a
recurrir al contencioso administrativo para que te den
descansos, se te paguen
complementos, etc”, aseguran.
Las cuentas cuadran
Los profesionales aseguran que “
quien al final lo paga es el usuario de a pie”, que deben acudir a la privada, aunque “
cuanto peor están los usuarios, mejor cuadran las cuentas en la dirección económica”, aseguran, ya que
se ahorran las plazas desiertas y recetas, pruebas y consultas que no se realizan. “Las cuentas cuadran y eso supone una
gran productividad para la Dirección Económica y también para la Dirección Gerencia”, lamentan.
Ante tal situación, y dado que sus peticiones para investigar a la Dirección Económica “sean soslayadas” siempre a pesar del perjuicio, una
representación de estos profesionales solicitó una
reunión con la delegada de Salud en Sevilla,
Regina Serrano, a principios de
marzo. La solicitud fue mediante
correo electrónico y hubo contestación por parte de su secretaria de que “habría que
cuadrar las agendas de la delegada y del director gerente” de Osuna. Sin embargo, según el
SAS, dicha petición de reunión
no consta oficialmente.