Eran las 7 de la tarde y hacía el calor habitual que predomina estos días en buena parte de nuestro país, pero hoy los trianeros y Sevilla, tenían una cita importante. Sonaban las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora de la O y la Virgen del Carmen del Puente de Triana asomaba su rostro ante los ojos de decenas de devotos, vecinos y curiosos.
Triana se prepara para recibir su Velá de Santa Ana y como es tradición, en vísperas, la Virgen del Carmen procesiona en paso por las calles del barrio para después embarcar y navegar por el Guadalquivir.
Se trata de una de las procesiones carmelitas más particulares y más antiguas, “éste 2028 cumplirá 100 años de tradición”, comentaba el Hermano Mayor, Luis Manuel Ruiz. Como es habitual, la imagen iba sobre un catamarán, flanqueada por dos marineros y escoltada por la Banda de Música de Las Cigarreras, encargada de poner la nota musical.
Una estampa inusual y preciosa el poder ver y disfrutar de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, surcando las aguas del río seguida por varias embarcaciones y sevillanos que miraban desde las orillas.
Tras una hora de recorrido por el Guadalquivir, la Virgen del Carmen, bajaba de la barcaza para ser trasladada a su paso procesional y dar comienzo a su procesión gloriosa. Enfiló la calle Castilla atravesando Callao y San Jorge. Luego recorrió San Jacinto, donde fue especial el saludo a la Hermandad de La Estrella. Continuó por Pagés del Corro y la estrecha Antillano Campos, para desembocar de nuevo en Callao buscando su capilla.
La calle Betis ya está engalanada y las bombillas, todavía apagadas, y las casetas, fueron el paisaje de esta procesión carmelitana. Este viernes es el `alumbrado´ en el Altozano, con el tradicional pregón, este año, a cargo de Carlos Ruiz y el concierto de la Banda Sinfónica Municipal acompañada por Falete. Desde este 21 de julio hasta el próximo 26, festividad de Santa Ana, Sevilla retomará un año más una de sus costumbres más antiguas y singulares.
