El Sevilla y el Betis dirimen este domingo un nuevo derbi de la máxima rivalidad hispalense, un partido siempre especial y al que ambos equipos llegan en dinámicas opuestas, con los béticos en racha, después de once encuentros sin perder, y los sevillistas en horas muy bajas, muy exigidos y con su técnico, el uruguayo Diego Alonso, cuestionado.
El derbi sevillano, en el que siempre hay en juego más que tres puntos, concentra la atención de toda la Sevilla futbolística y deja secuelas duraderas para cada bando, dependiendo del resultado, y aunque el conjunto del barrio de Nervión manda en las estadísticas, el equipo de Heliópolis llega, a priori, como favorito por su estado de forma y sus últimos resultados.
Aún así, en estos duelos de rivalidad en una ciudad dual por naturaleza, muy futbolera y que vive este deporte con pasión, dividida desde hace más de un siglo entre unos colores y otros, nunca hay favorito y no sirven los antecedentes con los que ambos lleguen a la cita, marcada en este caso por el grave problema del Betis en la portería por las bajas de sus dos titulares: el chileno Claudio Bravo, lesionado el jueves en la Liga Europa, y el luso Rui Silva, que ya lo estaba.
El Sevilla de Diego Alonso, que lleva seis partidos al frente del equipo, aún no ha ganado en Liga (3 empates) desde que el uruguayo sustituyó al destituido José Luis Mendilibar, encajó dos derrotas en la Champions ante el Arsenal (1-2 en casa y 2-0 en Londres) y sólo venció en Copa al modesto Quintanar (0-3). Es decimoquinto en la tabla con 11 puntos, frente al sexto puesto del Betis con 20.
Además, tiene la obligación de redimirse en el derbi no sólo por su decepcionante situación en la competición liguera, sino por que llega a la cita quizás más esperada por su afición después de hacer un nefasto partido el miércoles en el Emirates Stadium del Arsenal, donde, con un once inicial que exasperó a sus seguidores, hizo el ridículo y sólo fue capaz de rematar una vez a la portería contraria, en el minuto 96.
Esto ha encrespado los ánimos del sevillismo, que, en gran parte, duda de la capacidad de su equipo en una temporada que ha comenzado de nuevo muy mal y también ha puesto en la picota al entrenador Diego Alonso, quien aún no le ha cogido el aire a una "plantilla de Champions", calificativo empleado, además, en la previa por el técnico bético, el chileno Manuel Pellegrini.
Así, un muy mal resultado en el derbi, dependiendo de cómo transcurra el partido, podría precipitar los acontecimientos en un Sevilla en el que su banquillo 'quema' y que siempre está caliente, como lo demuestran las reiteradas destituciones en los últimos meses de Julen Lopetegui, el argentino Jorge Sampaoli y Mendilibar, aunque esto es justo lo que quiere evitar la plantilla sevillista, muy motivada para lograr un punto de inflexión definitivo con un triunfo sobre el Betis.
Alonso sigue con la baja del portero noruego Orjan Nyland, además de la del central brasileño Marcao, inédito esta temporada por lesión, pero podría recuperar a un referente en la defensa como Sergio Ramos, que se ha perdido los tres últimos encuentros por una dolencia muscular, pero que este sábado ya entrenó con sus compañeros.
También parece restablecido de unas molestias el lateral argentino Marcos Acuña, con lo que ambos estarían en la zaga junto al incombustible Jesús Navas y el francés Loïc Badé, uno de los pocos que se salvaron ante el Arsenal.
Al medio campo volverían el galo Soumaré, tras el problema físico por el que fue cambiado al poco de entrar al Emirates, y el suizo Sow o bien el serbio Gudelj si adelanta su posición, junto con el croata Ivan Rakitic en la media punta, el argentino Lucas Ocampos y Suso Fernández o el belga Lukébakio en los extremos, y el marroquí En-Nesyri arriba, si bien también tendría opciones el hispanodominicano Mariano.
En el Betis, que intentará hacer valer su rendimiento y su estado de ánimo muchísimo más alto que su eterno rival tras cinco triunfos seguidos -dos en Liga, uno en Copa ante el Hernán Cortés extremeño y dos en una Liga Europa en la que lidera su grupo-, Pellegrini asume el grave contratiempo de no poder contar con ninguno de sus dos porteros titulares, pero confía en Vieites, un chaval gallego de 24 años que se estrenó en Primera en el 5-0 encajado en el campo del Barcelona.
También tiene las bajas del lateral senegalés Sabaly y del central Marc Bartra, y es probable que alinee un once muy parecido al que derrotó en la pasada jornada de Liga al Mallorca (2-0), aunque con Vieites en la portería por el chileno Bravo; Bellerín, el argentino Pezzellla, el marroquí Chadi Riad y Miranda en la zaga; el argentino Guido Rodríguez y Marc Roca en el mediocampo; el joven Assane Diao, Isco y Ayoze en un tridente ofensivo; y el brasileño Willian José arriba.
El papel que desempeñe Isco Alarcón, que llegó el pasado verano al Betis tras su precipitada salida a finales de 2022 del Sevilla después de una disputa con su entonces director deportivo, Ramón Rodríguez 'Monchi', podría ser una de las claves del juego ofensivo bético en el Sánchez-Pizjuán.
En Nervión, sin duda, el fino mediapunta malagueño, en un magnífico estado de forma, intentará reivindicarse y ayudar a su equipo a sumar tres puntos que matemáticamente valen tres puntos, pero emocional y sentimentalmente mucho más tratándose de un derbi.
- Alineaciones probables:
Sevilla: Dmitrovic; Jesús Navas, Badé, Sergio Ramos, Acuña; Soumaré, Gudelj; Suso o Lukébakio, Rakitic, Ocampos; y En-Nesyri.
Betis: Fran Vieites; Bellerín, Pezzella, Chadi Riad, Miranda; Guido Rodríguez, Marc Roca; Assane Diao, Isco, Ayoze; y Willian José.
Árbitro: Jesús Gil Manzano (C. Extremeño).
Estadio: Ramón Sánchez-Pizjuán.
Hora: 18.30.