La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a un varón por su
presunta implicación en varios delitos de amenazas graves, estafa y usurpación de identidad. La mayoría de sus víctimas no
tenían más de 18 años, los cuales "por temor a comunicarlo a sus familiares, se convertían en el blanco perfecto para perpetrar estas estafas". El arrestado, quien podría haber estafado alrededor de 33.000 euros, los amenazaba con
hacerles daño a ellos o a sus familiares.
La Policía tuvo conocimiento de los hechos a través de una
veintena de denuncias que compartían "muchas similitudes" en cuanto al 'modus operandi'. En general, todos los denunciantes ponían de manifiesto que contactaban con un varón que anunciaba en una conocida red social la
posibilidad de ganar 50 euros de forma "rápida y sencilla".
Una vez captada la atención de sus víctimas, el presunto autor
les indicaba cómo solicitar un préstamo personal a través de una entidad de crédito rápido por
importe de 300 euros, debiendo transferir 250 euros a personas que él mismo les indicaba y generando los 50 euros de beneficio anunciados, ha detallado el Cuerpo nacional de Policía en un comunicado de prensa.
En una segunda fase,
solicitaba a sus víctimas las claves de acceso a la aplicación de préstamo rápido con la excusa de borrar los datos para así evitarles hacer frente a las cuotas del mismo, si bien
usaba esos datos para solicitar nuevos créditos por un importe de 900 euros, especificando a qué cuentas ingresarlo. Una vez disponía de todos los datos personales de los denunciantes, les instaba a seguir obedeciendo sus indicaciones obligándoles a solicitar nuevos préstamos o
transfiriéndole dinero bajo la amenaza de causarles daños físicos a ellos o a sus familiares.
Según consta en algunas de estas denuncias, el presunto autor recalcaba a sus víctimas que
disponía de toda su información personal, atemorizándoles y consiguiendo así su propósito de conseguir más dinero. En la mayoría de los casos, las víctimas apenas tenían 18 años que "por temor a comunicarlo a sus familiares,
se convertían en el blanco perfecto para perpetrar estas estafas".
Tras una "laboriosa" investigación, agentes especializados en este tipo de hechos
pusieron en marcha un dispositivo que culminó con la detención del encartado por los delitos de estafa, usurpación de identidad y amenazas graves. Fruto de esta triple actividad delictiva y en apenas dos meses de actividad, habría conseguido un beneficio económico de alrededor de
33.000 euros quedando además la operación abierta, por lo que
no se descartan nuevas detenciones.