Daniel es un niño especial. Pero especial de verdad. A sus recién cumplidos
12 años compagina sus estudios de ESO en el Colegio Salesianos de Triana, con la asignatura de Química en la Universidad Pablo de Olavide. Daniel lo tiene claro, de mayor quiere ser
Astrofísico o Ingeniero Aeroespacial y tiene su propia hucha en la que ahorra para cumplir su gran sueño: ir a la NASA.
Gestionar el desarrollo de un niño con
altas capacidades no es tarea fácil, como cuenta en exclusiva a
Andalucía Información su madre Mari: "La lucha contra el aburrimiento es nuestro día a día,
estar 'a la altura' no siempre es fácil". Daniel es risueño, cariñoso y extrovertido. "Siempre ha demostrado interés por temas profundos: el Cosmos, la muerte, la Historia...Toca el piano de forma autodidacta y es el tercer año que asiste a programación y robótica. También practica taekwondo. Como cualquier niño de su edad, le encanta jugar a videojuegos, quedar con sus amigos y hay que perseguirle para que arregle su habitación o recoja sus cosas", cuenta su madre. Cada día realiza un sinfín de actividades para mantenerse estimulado.
Desde muy pequeño su familia empezó a notar que
algo en Daniel sobresalía. Usaba un léxico poco habitual para su edad y tenía una memoria asombrosa. A los
6 años su profesora de 1ª de Primaria les propuso realizarle las pruebas de altas capacidades tras leer una redacción en la que el niño describía un planeta imaginario con todo lujo de detalles. En casa, siendo hijo único y sin nadie con quien comparar, a nadie le asombraban las aptitudes de Daniel, ni siquiera el dibujo de astronauta que hizo en la guardería con 3 años cuando le preguntaron qué quería ser de mayor.
Ahora, con 12 años,
es un niño extrovertido y sociable, tiene su círculo de amigos desde muy pequeño y si algo tenía claro es que no quería cambiar de curso ni de colegio: "Mamá, yo quiero seguir en mi colegio y con mis amigos, simplemente quiero aprender cosas nuevas y no estar repitiendo siempre lo mismo", le decía a su madre a diario. Quería ir a la Universidad. Fue entonces cuando Mari descubrió el acuerdo entre la
AEST (Asociación Española de Superdotados y con Talento) y la
UPO que facilitaba el acceso de los niños asociados a ciertas asignaturas.
Su interés por saber cómo funciona la materia y la energia lo llevó a escoger la asignatura de
Química General y Orgánica en la UPO, donde el profesor Juan José Gutiérrez colabora para que Daniel pueda aprender en la Universidad, ofreciéndole un contenido adaptado a sus capacidades y evitando la frustración.
"A las familias les aconsejo que no decaigan, que luchen,
que sigan peleando por las necesidades educativas de sus hijos", recalca Mari, que, aunque reconoce que no siempre es fácil, anima a hablar con el equipo docente de sus hijos.
En el largo camino para conseguir que Daniel tuviera una educación acorde a sus necesidades, Mari y su familia han tenido la suerte de dar con muchas personas que han facilitado su adaptación y que no quiere olvidar: "Colegio Salesianos de Triana, sobre todo a Rosalía Feria y a su tutor, Carlos García. A todo el equipo humano de la UPO y en especial a María José Parejo, Directora General de Inclusión y Políticas Socioculturales. Solo tengo palabras de agradecimiento para todos ellos por su implicación para que Dani pueda estar viviendo esta experiencia única".
La experiencia de Dani le ha servido, a su corta edad, para saber que
quiere ayudar a otros niños como él. Por ello, han creado
GENIUS Gifted, Asociación Internacional para el desarrollo y el fomento de las Altas Capacidades y el Talento, con la que esperan ayudar a tantos niños, y sus familias, como sea posible.