La Consejería de
Turismo, Cultura y Deporte asumirá desde este jueves la dirección de la candidatura de
‘Itálica. Ciudad Adrianea’ a Patrimonio Mundial de la Unesco tras el traspaso de la documentación del Consejo Asesor de la Candidatura a la Dirección General de Patrimonio Histórico.
Este anuncio lo ha hecho la directora general de Patrimonio Histórico, Mónica Ortiz, tras el
acto de entrega del trabajo realizado por este consejo asesor desde el año 2016, ha informado en un comunicado la Consejería.
Ha explicado que la Consejería ha tenido un
papel de asesor en esta candidatura, tanto para la redacción del Formulario para la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial como para el Formulario para la Lista de Patrimonio Mundial, y ha
colaborado en la concreción de dicha candidatura.
A partir de ahora
la Junta de Andalucía liderará el trabajo para que en un futuro la ciudad adrianea de
Itálica -candidatura inscrita en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial en enero de 2019-
pueda ser reconocida por la Unesco como Patrimonio Mundial, es decir, sea incorporada a la Lista de Patrimonio Mundial.
Un
equipo de expertos en Patrimonio Mundial de la Consejería se encargará de
redactar el nuevo formulario de la candidatura -adaptándolo a la exigencias actuales de Unesco- a
ntes de que se presente al Ministerio de Cultura y Deporte para su valoración y
elevación la Consejo de Patrimonio Histórico, órgano que decide las candidaturas que cada año el Estado español presenta a Unesco para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial.
La candidatura de
‘Itálica. Ciudad Adrianea’ cumple, según la Consejería, con
dos de los criterios establecidos por Unesco, como
Valor Universal Excepcional, dado que su planificación urbana y la arquitectura de la Itálica adrianea son "testimonios excepcionales del intercambio de ideas y de valores que estrecharon los vínculos entre las poblaciones del mundo mediterráneo en el momento de máximo esplendor del Imperio Romano".
Además, constituye el
único ejemplo eminentemente representativo de un
conjunto arquitectónico de nueva planta que ilustra de "manera excepcional la concepción del espacio urbano y los rasgos definitivos de la
arquitectura en época del emperador Adriano".
También cumple los
criterios de integridad y autenticidad, y cuenta con la protección y gestión que le otorga su declaración como
Bien de Interés Cultural (BIC) desde hace un siglo y su configuración administrativa como conjunto arqueológico.