El
agua es un recurso imprescindible,
tan esencial como finita, y los periodos de
sequía unidos a los episodios de
inundaciones, el impacto del
cambio climático y la pérdida de
biodiversidad hacen más necesario aún llevar a cabo la labor de
protección, planificación y gestión que desarrolla el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Desde el año 1993 cada año el día 22 de marzo se celebra el
Día Mundial del Agua auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas (
ONU) con el objetivo de poner de manifiesto la
importancia del agua dulce en el mundo.
‘Agua para la paz’ es el
lema con el que esta semana la Unesco lo celebra y al que
se suma la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
El agua es tan vital como finita, tan esencial como escasa. Por eso, la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir invierte en su
protección, planificación y gestión. Y aún más si cabe en estos tiempos de sequía, la CHG intensifica el
control de los usos del dominio público hidráulico, maximiza la
eficiencia de los
recursos embalsados, promueve la
modernización del regadío y ejecuta
obras de emergencia para garantizar el suministro con un plan alternativo al agua de los embalses.
De hecho, el organismo de cuenca ha sido
capaz de anticiparse a la situación de
sequía y
garantizar el abastecimiento a 4,5 millones de habitantes, trabajando con los 21 sistemas de abastecimiento y las doce diputaciones de la demarcación, más Ceuta y Melilla, para
“coordinar y garantizar” el suministro a la población, como destacaba recientemente el
presidente de la CHG, Joaquín Páez.
Con esta anticipación, “hemos logrado que
el 95% de la población que depende de los pantanos de la demarcación tenga
planes alternativos y garantizado el abastecimiento”, decía Páez, para lo cual se ejecutan
obras de emergencia por importe de
50 millones de euros, tanto para garantizar el suministro de agua, que es lo
prioritario, como para paliar los efectos de la sequía sobre el
regadío.
La CHG trata de
anticiparse al cambio climático y a la lucha contra la
sequía aplicando desde el año 2018 el
Plan de Sequía y está a punto de renovarse el
Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones, centrando buena parte de su esfuerzo en la
gestión y protección de los caudales ecológicos con nuevas herramientas para su conocimiento, como la ampliación, entre otras medidas, del
Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Cuenca del Guadalquivir, y la
mejora en el
control y vigilancia de los sistemas hídricos.
De hecho, de las
423.482 hectáreas de Regulación Directa de la cuenca, el
75% ya se controlan a través del SAIH, porcentaje que subirá hasta el 83,5% con las próximas integraciones para una mayor vigilancia.
Por otra parte, es destacable la
ejecución de los planes de inspección y vigilancia, que la Confederación viene ejecutando a lo largo de esta campaña de riego, ha dado como resultado la detección de
1.904 hectáreas de riego ilegal en la cuenca del Guadalquivir a lo largo del pasado año 2023. Estas inspecciones generaron
153 expedientes sancionadores y la ejecución subsidiaria de
cierre para 100 pozos y 17 balsas.
Estas actuaciones específicas se suman a las propias que realiza la
Comisaría de Aguas del Organismo para la
inspección y vigilancia del cumplimiento de las condiciones de concesiones y autorizaciones relativas al
dominio público hidráulico destinadas a garantizar los recursos hídricos y los intereses generales. El conjunto total de operaciones ha dado lugar en el último año a
1.500 informes de valoración de daños al DPH por un importe de
4 millones de euros.
A estas herramientas de control y vigilancia se suman las
obras de emergencia y nuevos instrumentos jurídicos, como los reales decretos de Sequía o, medidas concretas como los
precintados cautelares de las tomas de agua, que agilizan la labor protectora de CHG de los recursos hídricos de la cuenca.
Todo esto, en
continua comunicación con los usuarios y entidades locales para facilitarles información inmediata de los recursos hídricos, de medidas concretas como la cesión de derechos, los protocolos de actuación o los planes locales y simulacros de protección ante el riesgo de inundaciones.