Manuel Ruiz de Lopera, expresidente del Real Betis, ha fallecido en Sevilla a los 79 años, según ha informado la familia a la Cadena Ser.
Lopera ha fallecido tras no superar los últimos problemas médicos, que le provocaron el pasado 5 de enero el ingreso en la UCI de la clínica Santa Isabel de Sevilla por una dolencia intestinal crónica, de las que ya fue intervenido en 2017.
El exmandatario verdiblanco presidió el club bético desde 1992 hasta que en 2010 la jueza Mercedes Alaya embargó las acciones de su empresa Farusa.
Tras conocerse la noticia, el Real Betis Balompié mostró su máximo pesar por el fallecimiento de Manuel Ruiz de Lopera y Ávalos, máximo accionista y presidente del club durante el periodo 1992-2010, acaecido en Sevilla el sábado 23 de marzo, a la edad de 79 años.
Nacido en Sevilla el 13 de agosto de 1944, heredó el sentimiento bético de su padre y desde niño se convirtió en un fiel seguidor del equipo verdiblanco, destaca el club.
Pésame del #RealBetis por el fallecimiento de Manuel Ruiz de Lopera, máximo accionista y Presidente del club durante el periodo 1992-2010.
— Real Betis Balompié ?? (@RealBetis) March 23, 2024
DEP.
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Industrial en diversos negocios, durante la década de los 70 acompañó al Real Betis en muchos de sus desplazamientos y se distinguió por recompensar a los jugadores verdiblancos con distintos regalos si alcanzaban buenos resultados deportivos, según recuerdan.
En 1991 ingresó en la Junta Directiva del Real Betis que presidía Hugo Galera y en diciembre de ese año fue nombrado vicepresidente de la misma, participando muy activamente en el proceso de conversión de la entidad en Sociedad Anónima Deportiva.
Una vez culminada dicha conversión, el 30 de junio de 1992 se convirtió en el máximo accionista de la sociedad, comenzando una larga etapa en la que, sin ninguna duda, se erigió en el responsable absoluto y único de la vida del club, apunta el Real Betis.
En una primera fase (1992-1996), ocupó el cargo de consejero delegado de la entidad, mientras que la presidencia la ocupaba José León Gómez, hombre de su máxima confianza. El 25 de abril de 1996 fue nombrado Presidente del Real Betis, manteniéndose en ese puesto hasta el 30 junio de 2006, fecha en la que abandonó la presidencia, que volvió a recaer sobre los hombros de José León Gómez.
Cuatro años más tarde, el 7 de julio de 2010, le vendió su paquete mayoritario de acciones a la sociedad "Bitton Sport", representada por Luis Oliver, paralizando dicha venta la jueza Mercedes Alaya, que instruía la querella por delito societario presentada por diversas asociaciones opositoras a Ruiz de Lopera, la cual procedió a trasladar los derechos políticos de las acciones a una administración judicial.
De esa manera, el club entró en una fase de judicialización que no concluyó hasta 2017 cuando se procedió a la firma de los acuerdos, en los que también participó Manuel Ruiz de Lopera, que permitieron que el paquete mayoritario de acciones pudiera estar al alcance de todos los béticos, relata el club.
Durante su larga singladura al frente del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera obtuvo éxitos deportivos muy importantes, tales como la consecución de la Copa del Rey en 2005 y, ese mismo año, la clasificación del equipo verdiblanco para la Champions League. Asimismo, bajo su mandato, el club disputó una vez la Recopa de Europa (1997-98) y hasta en cuatro ocasiones la Copa de la Uefa (1995-1996; 1998-99; 2002-2003 y 2005-2006).
Vivió, igualmente, los ascensos de 1994 y 2001 y los descensos de 2000 y 2009, y, junto a ello, impulsó en 1998 una remodelación del estadio, culminada en 2000, que permitió levantar nuevas tribunas en las zonas de Fondo y Gol Norte. Precisamente al terminar esas obras, promovió que el campo llevara su nombre, situación que se mantuvo hasta 2010, cuando el voto mayoritario de los socios le devolvió al estadio el nombre de Benito Villamarín.
Durante su etapa presidencial (1996-2006) el Real Betis Balompié disputó 469 partidos, siendo por el momento el mandatario verdiblanco que registra en su haber un mayor número de encuentros.
"Personaje controvertido y singular, gozó de una enorme popularidad desde su llegada al cargo y hasta la mitad de la primera década del siglo XXI fue muy valorado por la afición, aunque sus últimos años al frente de la entidad estuvieron marcados por una creciente oposición de la mayoría de los béticos que incluso provocó multitudinarias protestas que fueron minando su credibilidad a medida que se iban conociendo las resoluciones judiciales que ponían en entredicho sus actuaciones al frente del club", comenta el club.
"Es indudable, en cualquier caso, que su peculiar forma de dirigir la institución y su arrolladora figura mediática, lo convirtieron en el gran protagonista de una época del Real Betis y en un nombre que ya permanecerá para siempre en la memoria colectiva de los aficionados", concluye el equipo verdiblanco.