Para la
regeneración de Doñana es necesaria la
recuperación del nivel freático en el acuífero y esta sólo se producirá
si se evita que, al impacto del
cambio climático, se sume la
demanda de agua destinada a la
producción agrícola.
Para ello, la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el organismo de cuenca dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (
Miteco), contempla una serie de actuaciones dentro del
Marco de Actuaciones de Doñana que se resumen en el
cierre de pozos ilegales y control estricto, mediante teledetección y telecontrol, de los que ya cuentan con derechos de agua consolidados; la sustitución del
uso de aguas subterráneas por aguas superficiales -siempre sin aumento de la superficie regada-, y
compra y renaturalización de terrenos que se encuentran actualmente en regadío; y medidas de
conservación y restauración de la biodiversidad.
La declaración de
tres masas de agua subterránea "
en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo", en julio de 2020, ha permitido incrementar el
control de las extracciones y el cierre de pozos. Desde que se iniciara en 2019 y hasta la fecha se han cerrado, por ejecución forzosa,
271 pozos ilegales mientras que se encuentran otros
235 en tramitación para el cierre. Esta cifra supone un
incremento del 13% respecto a la situación en el mes de agosto.
Además, se están aplicando medidas cautelares de
precintado pozos que son objeto de procedimiento sancionador en trámite. Estas actuaciones comenzaron a aplicarse el pasado verano, habiéndose ejecutado a esta fecha un total de
43 medidas que se verán incrementadas próximamente como consecuencia del resultado de los
Planes específicos de inspección actualmente en marcha.
En cualquier caso, gracias a estas
medidas cautelares ejecutadas sobre pozos ilegales se ha conseguido el
cese del riego de 57,74 hectáreas de frutos rojos, estimándose la captación irregular de agua para riego en más de 300.000 m3 por campaña.
En lo referente a pozos que contaban con
alguna figura de regularización, se han cerrado
450 pozos, al contar con
nuevos derechos, por sustitución del uso de agua subterránea por superficial.
Control de los cultivos ilegales
Otro aspecto en el que actúa la CHG es el
control de cultivos ilegales y en la campaña de teledetección de este
otoño, se han identificado
5.144 hectáreas de cultivos bajo plástico, de las que
606 se sitúan fuera de la superficie agrícola regable y, por tanto,
no son legales.
Estas cifras suponen, desde 2019, una
reducción de casi la mitad del regadío ilegal que se ha producido gracias al incremento de las
labores de control de consumo de agua en los regadíos legales y al refuerzo de la
guardería fluvial y las labores de inspección para los ilegales.
La CHG mantiene
dos campañas de teledetección anuales para la identificación de la superficie en riego bajo plástico, una en
otoño, cuando el plástico se coloca sobre los invernaderos, y otra en
primavera, cuando la campaña está finalizando.