Lars S. M, el expolicía antidroga acusado de robar 154 kilos de cocaína y heroína en una comisaría de Sevilla, señaló ayer que el entonces jefe de su unidad le encargó hacer los paquetes de cacao y yeso que luego se cambiaron por los alijos, pues los necesitaba para una operación.
En su declaración ante el tribunal que lo juzga, el expolicía dijo que encargó a su presunto socio Manuel A. N, también procesado, que hiciera los paquetes porque el entonces jefe provincial de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (UDYCO), Francisco T. P, los necesitaba para una operación organizada desde Madrid.
El imputado ha negado haber robado la cocaína y heroína en distintas fases hasta su detención en septiembre del 2009, un delito por el que se enfrenta a 18 años y medio de cárcel, y afirmó que “a ciencia cierta”, no sabe quién robó la droga.
Por su parte, su abogado, Benito Saldaña, señaló a los periodistas que “no existe absolutamente ninguna prueba” contra su cliente, que fue detenido porque “había presiones políticas para que se solucionara” el robo de la droga, “tenían que buscar un culpable” y lo encontraron “en la parte más débil”.
Según Lars, al calabozo de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla donde se guardaban los alijos “era imposible bajar” una sóla persona, pues el protocolo exigía hacerlo de tres en tres y con una llave que guardaba el jefe de la UDYCO en una caja fuerte.
El expolicía ha afirmado afirmó que su jefe le pidió los paquetes para una operación de la UDYCO Central “en la que había un policía infiltrado”, que le comentó esa petición a su jefe de grupo, ya fallecido, y que a partir de entonces Francisco T. P. “empezó a hacerle la vida imposible hasta que optó por pedir la excedencia”.
En la primera jornada del juicio que celebra la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, Manuel A. N. reconoció haber elaborado los paquetes pero dijo que no participó en el robo y que, a cambio, la Policía iba a “echarle una mano” en un juicio que tenía pendiente en Málaga.
Lars, según el acusado, llevaba en un papel las instrucciones sobre la forma, número, peso y color de los paquetes, por lo que él los elaboró utilizando yeso, cacao, azúcar y polvos de talco.
La entrega se hizo dos veces en un parque situado frente a la Comisaría, donde Lars fue metiendo los paquetes en el maletero de un coche conducido por una persona a la que no pudo ver.
Exculpan a sus esposas
Ambos procesados han exculpado del caso a sus respectivas esposas: María Teresa M. S. y Violeta S. G, la primera abogada de profesión y acusada de idear el blanqueo del dinero obtenido de la venta de la droga, y la segunda acusada de colaborar en la elaboración de los paquetes. María Teresa aseguró que todo el dinero procedía del sueldo de su marido y de “sus negocios lícitos” como un bar de copas y una tienda de motos, y Violeta dijo que en su primera declaración reconoció haber ayudado a Manuel con los paquetes porque la Policía le dijo que era “lo más creíble y lo mejor para ella”.
Entre el 2006 y el 2009, según el fiscal, Lars y su esposa tuvieron un incremento patrimonial de 302.307 euros y Manuel y Violeta de 775.311 euros, aunque todos ellos han asegurado hoy que procedía de “dinero B” obtenido en la venta de pisos o de préstamos de sus padres.
Este es el primer robo de droga que llega a juicio de los varios registrados en los últimos meses en toda Andalucía: 300 kilos de cocaína en el puerto de Málaga, 30 kilos de cocaína del Instituto de Toxicología de Sevilla, 290 kilos de cocaína en el depósito judicial de Cádiz y mil kilos de hachís en la Aduana de Huelva, coincidiendo con las campanadas del último Fin de Año.
Las esposas niegan el blanqueo
Las mujeres del exagente de la Udyco y del supuesto cómplice negaron ayer su participación en los hechos, así como el blanqueo del dinero procedente del alijo de 154 kilos de heroína y cocaína sustraidos del calabozo de la comisaría de Policía.