El exgerente de Mercasevilla Fernando Mellet ha afirmado que no conoce a Juan Francisco Algarín, encarcelado como testaferro por el caso de los ERE falsos, y que firmó sus facturas por 100.000 kilos de pintura igual que hizo con otros miles de recibos y por la confianza que tenía en su equipo.
En un comunicado remitido a Efe a través de su abogado, José Manuel Carrión, Mellet rebate la afirmación del actual director de Mercasevilla, según el cual la pintura no se usó en ninguna obra ni permanece almacenada, y dice que, salvo error u omisión, cree recordar que en aquella fecha se hicieron trabajos en la nave 5, “que es de una entidad considerable”.
Los actuales responsables de Mercasevilla, con mayoría del PP, han certificado que Algarín suministró 100.000 kilos de pintura y revestimientos entre 2004 y 2005 por importe de 326.607 euros que no se usaron en ninguna obra ni están almacenados.
Respecto a la afirmación de que los técnicos del mercado no recuerdan haber hecho esos trabajos, Mellet dice que “el tiempo transcurrido y la presión que actualmente parece ser que se viene ejerciendo sobre los trabajadores” son razones “para dudar de la veracidad” de esa constatación, pues los empleados “se encuentran atemorizados ante la eventual pérdida de su puesto de trabajo”.
Mellet también rebate la acusación de que no consta aprobación ni autorización de las obras por la Comisión Ejecutiva de Mercasevilla, que “no deja de ser gratuita dado que el gasto y su conformidad vienen sustentadas tanto en las cuentas anuales como en la auditoría anual”.
Las conclusiones a las que llega el actual director de Mercasevilla, Manuel Blanco, “son parciales, carentes de sustento lógico, extralimitadas y fuera del contexto propio en el que judicialmente se encuentran sometidas”, además de “ofensivas para la dignidad personal y profesional” de Mellet.
Mellet, por otra parte, no tuvo relación con Algarín u otro proveedor, dio el visto bueno a “miles de facturas” y además “nunca firmó albarán de entrega de mercancía alguna”, pues “es evidente que no tenía el control de acceso de la mercancía y menos el control de la firma de los albaranes”.
Dichos albaranes, igualmente, “habrían podido desaparecer gracias a la intervención de personas interesadas en dicha circunstancia”, matiza el comunicado de Carrión.