Los trabajadores de la planta de molturación de semilla de girasol y la de aceite embotellado Cargill en Sevilla, que ha anunciado su cierre así como los silos en Córdoba, se han mostrado "satisfechos" este lunes tras mantener sendas reuniones con el alcalde de la capital hispalense, Juan Ignacio Zoido, y con el portavoz socialista en el Ayuntamiento sevillano, Juan Espadas, que intentarán mediar con la empresa para buscar otras medidas alternativas al ERE extintivo planteado por la dirección.
Así lo han señalado a Europa Press fuentes sindicales, que han indicado que ambos representantes políticos los han atendido "perfectamente" y se han comprometido para mediar en este conflicto laboral, intentando ponerse en contacto con la empresa, al menos, para retomar otras vías y no el cierre de las plantas.
"Por lo menos hemos conseguido el apoyo político", han resaltado las mismas fuentes, que han apuntado que este martes se reúnen con la delegada provincial de Empleo, Aurora Cosano, y por la tarde celebrarán una concentración a las puertas del Consistorio sevillano.
Estos encuentros se enmarcan en la serie de reuniones previstas con las diferentes fuerzas políticas presentes en el Ayuntamiento de Sevilla y con miembros de la Administración andaluza a lo largo de esta semana.
En este sentido, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ha indicado en declaraciones a Europa Press que han atendido "lo más urgente posible la petición de entrevista de los trabajadores porque necesitan el respaldo inmediato de las instituciones, entre ellas, el Ayuntamiento".
Los trabajadores, según Espadas, han indicado que la decisión de la empresa es "una medida no justificada y que no tiene en cuenta la repercusión que ésta tiene desde el punto de vista laboral". El PSOE, según su portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla, analizará su apoyo a todas las movilizaciones de los trabajadores.
Además, ha añadido que abordarán la situación que resultaría de la decisión de esta "importante" empresa. "Vamos a intentar trasladar a la dirección de la empresa, de la mano del comité, medidas que cambien esta decisión, otras fórmulas como un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) o la venta de las instalaciones a otra empresa, lo que sea antes que el cierre de la misma", ha afirmado Espadas.
El cierre de estas instalaciones afectará a 101 trabajadores --97 en Sevilla y cuatro en Córdoba--, que comenzarán el próximo jueves 31 de enero a negociar con la compañía las condiciones de sus despido, según han apuntado a Europa Press fuentes sindicales.
La planta de Sevilla, en el barrio de San Jerónimo, lleva abierta desde 1984, si bien "hace dos años la empresa se deshizo de la parte de refinería de aceite a cambio de accionariado en otra empresa de Palos de la Frontera (Huelva)" y, desde entonces señalan las mismas fuentes, "han dejado caer" la envasadora. "Pasamos de ser el número dos a desaparecer del mercado", apuntan.
Ante esta situación, los trabajadores que rechazan los argumentos de la empresa para el cierre de la planta --falta de rentabilidad-- están preparando una serie de movilizaciones, hasta el punto de que "no descartan llegar a una huelga".