Los peores augurios se han confirmado y Caixabank dejará en la calle a 864 trabajadores en Andalucía, de los 2.259 despidos o bajas que pretende llevar a cabo la entidad en su reestructuración laboral. La cifra supera los 346 que estaban en suspensión de empleo procedentes de Banca Cívica en Andalucía y será especialmente significativa en Sevilla, donde afectará a unos 500 trabajadores.
Tras la reunión que la dirección de Caixabank ha mantenido este jueves con los sindicatos, donde les ha presentado un mapa con la afectación, por territorios, del recorte de plantilla, los sindicatos (CCOO, SECPB y UGT) han elaborado un comunicado conjunto del que se extrae que Andalucía concentra el mayor ajuste, con 864 bajas, el 28,7% del total, seguida de Cataluña, con 394 (13,1%) y Canarias, 348 (11,6%). Le siguen Madrid (334 trabajadores), Castilla y León (268), la Comunidad Valenciana (166, 111 de ellos en Valencia), Navarra (162), Castilla-La Mancha (135), el País Vasco (68) y Asturias (47).
Del excedente de plantilla de 3.002 empleados que quiere aplicar CaixaBank, 743 corresponden a los empleados de Banca Cívica que están actualmente en situación de Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal y que la entidad propone despedir. 346 de esos suspendidos son andaluces y del total de los 864 que irán a la calle, CCOO calcula que más de la mitad, unos 500, procederán de Sevilla.
La voluntad de CaixaBank, que ha eludido hacer declaraciones, es llevar a cabo el resto del ajuste, hasta un total de 2.259 personas, a través de medidas no traumáticas.
En este sentido, la dirección ha planteado la posibilidad de establecer un plan de prejubilaciones al que podrían acceder 831 trabajadores que cumplieran este año 58 o 59 años. En concreto, 247 empleados nacidos en 1954 tendrían una salida inmediata con el 75% del salario bruto, mientras que otras 584 personas nacidas en 1955 dejarían la empresa antes de final de año con el 70% del sueldo.
Al margen de esos despidos, el 70% de las prejubilaciones potenciales se producirían en Cataluña, lo que implicaría implantar movilidad geográfica hacia esta comunidad, según han indicado los sindicatos.
CaixaBank también se ha avenido a abrir un período de bajas voluntarias durante 2013 y el primer semestre de 2014, aunque no ha especificado en qué condiciones económicas.
Si con todas estas medidas -prejubilaciones, bajas incentivadas y los despidos del ERE temporal- CaixaBank no alcanza las 3.002 salidas, llevaría a cabo despidos forzosos hasta llegar al cupo fijado.
El anuncio se produce días después de que la Audiencia Nacional asumiera la denuncia presentada por UPyD contra los anteriores gestores de Banca Cívica por el perjuicio causado en su constitución y salida a bolsa.
La denuncia incluye también la petición de responsabilidad subsidiaria a Caixabank tras ser la entidad que absorbiera a Banca Cívica debido a su incapacidad para continuar en solitario su aventura financiera.
Rechazo sindical
CCOO, SECPB y UGT, que representan al 96,83 % de la plantilla, han reiterado su "más absoluto rechazo" a los despidos y han exigido la reincorporación de todas personas que están a día de hoy con el contrato suspendido.
En declaraciones a Efe, el secretario general de CCOO en Caixabank, Joan Sierra, se ha mostrado disgustado con la actitud de la dirección, que por ahora mantiene su intención de acometer, al menos, 743 despidos.
"Hemos notado un cambio de actitud del que hasta ahora estilaba la dirección. Si persiste en la idea de que haya salidas forzosas convocaremos movilizaciones", ha advertido el dirigente de CCOO, el sindicato mayoritario.
La intención de CaixaBank es pactar con los sindicatos un ajuste lo menos traumático posible, aunque su presidente, Isidre Fainé, ya dejó claro el pasado mes de febrero que la entidad debía reestructurar la plantilla del grupo para adecuarla a las necesidades del mercado.
Dirección y sindicatos se han emplazado a una nueva reunión para negociar este ajuste el próximo jueves, 21 de febrero.