Agentes de la Policía Nacional han detenido en un solo día en Sevilla a un total de tres personas por sendos presuntos delitos contra la seguridad vial cometidos cuando circulaban con vehículos a motor por las calles de la ciudad, llegando incluso a enfrentarse a los agentes tras ser interceptados por estos.
En una nota, la Policía ha informado de que dos de los detenidos circulaban sin el correspondiente permiso de conducir y cometieron infracciones de tráfico que ponían en grave riesgo la seguridad de los restantes usuarios de la vía, mientras que el tercero de los detenidos circulaba con una tasa de alcohol en aire espirado que triplicaba la legalmente permitida.
Las detenciones se produjeron mientras los agentes realizaban labores de prevención policial en vehículos policiales, tanto uniformados como de paisano, viéndose obligados a intervenir ante las infracciones cometidas por algunos conductores.
De esta forma, los agentes detuvieron a J.A.R.D., de 29 años de edad, mientras conducía un vehículo acompañado de otras dos personas circulando a una velocidad que excedía en casi el doble la legalmente permitida para ese tipo de vía, saltándose un semáforo cuando estaba en rojo e invadiendo el carril contrario cuando las marcas viales indicaban su prohibición.
Al darles el alto policial, los agentes comprobaron cómo el conductor del vehículo presentaba claros síntomas de haber ingerido sustancias alcohólicas, comenzando en ese momento a recriminar a los agentes su actuación y mostrándose muy agresivo, llegando a agredir a los policías en el momento en que procedieron a su detención.
SIN CASCO
Otra joven de 18 años, M.A.P.D., que circulaba en un ciclomotor fue interceptada por otra patrulla policial que actuaba de paisano, todo ello al conducir sin el casco reglamentario y realizando cabriolas y maniobras al volante sin tener en cuenta la seguridad de los viandantes.
En el momento de exigirle la documentación, la joven manifestó voluntariamente que no tenía permiso de conducir y la emprendió con los agentes "vociferando" contra ellos y llegando a agredir a uno de ellos lanzándole un puñetazo cuando procedió a su detención.
El tercero de los detenidos, E.M.E., de 28 años, había empotrado su vehículo contra un taxi estacionado en la vía pública y discutía airadamente con un grupo de taxistas cuando los agentes pasaban por el lugar.
Al entrevistarse con el causante del accidente, los agentes se dieron cuenta de que presentaba claros síntomas de embriaguez, por lo que procedieron a realizarle las pruebas de alcoholemia, que revelaron que el joven alcanzaba una tasa de alcohol en aire espirado de 0,76 mg/l, más del triple de lo legalmente permitido.