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Sábado 23/11/2024
 
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Sevilla

Declaran culpable con atenuantes a la mujer que mató a su compañera

Un jurado popular ha declarado hoy culpable de asesinato a la mujer que mató a su compañera sentimental asfixiándola, en un veredicto que le ha aplicado la atenuante de alcoholismo y toxicomanía y la agravante de abuso de superioridad

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Un jurado popular ha declarado hoy culpable de asesinato a la mujer que mató a su compañera sentimental asfixiándola, en un veredicto que le ha aplicado la atenuante de alcoholismo y toxicomanía y la agravante de abuso de superioridad.

En un veredicto emitido por unanimidad, tras apenas unas horas de deliberación, el jurado popular ha declarado a Amparo M.P., de 51 años, culpable de asesinato con las citadas agravantes y atenuantes, según acordaron acusación y defensa en la primera jornada del juicio.

La vista fue una de las más rápidas celebradas ante un jurado en la Audiencia de Sevilla, pues la acusada reconoció haber atado a su compañera, Rosario N.P., de 53 años, a la cama y haberla asfixiado luego con un calcetín y con sus propias manos.

Su abogada pidió que continúe la vista solo en lo relativo a la atenuante de drogadicción y alcoholismo que condicionó su capacidad de discernir en el momento de ocurrir los hechos.

Para ello, un forense certificó que la acusada tenía "un serio problema con las drogas" y además una "inteligencia límite, sin llegar a ser retrasada mental", que afectaba a su capacidad de comprender.

Tras el veredicto, tanto el fiscal como el abogado de los cuatro hermanos de la fallecida y la defensa situaron su petición de condena en 15 años de cárcel y el letrado de la familia pidió una indemnización de 25.000 euros para cada hermano, han informado a Efe fuentes del caso.

Los hechos ocurrieron entre los días 24 y 25 de diciembre de 2011 en la calle Nueva Bellavista de la barriada sevillana de Bellavista, cuando la acusada ató las muñecas de su compañera cama, le colocó un calcetín en el cuello y comenzó a tirar de sus extremos para provocarle la asfixia en una "etiología homicida clara", según los forenses.

La acusada reconoció el crimen ante el jurado, en contra de su anterior versión de que se trató de un accidente en el transcurso de unas prácticas sexuales.

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