La Audiencia de Sevilla ha condenado a penas de hasta tres años de cárcel a un empleado de la empresa Panrico y al dueño de una tienda de repuestos por estafar 222.658 euros en materiales para la flota de camiones de la panificadora.
Una sentencia de la Sección Primera, a la que ha tenido acceso Efe, explica que el acusado José Luis O.C. trabajaba en el departamento de logística de la empresa en Sevilla y entre los años 2003 y 2008 se ocupó del mantenimiento de siete de sus camiones.
De acuerdo con el acusado Juan Manuel G.B., dueño de una tienda de repuestos, simularon la adquisición por parte de Panrico de repuestos para los camiones por un importe total de 240.812 euros, aunque un peritaje determinó que en ese tiempo los vehículos solo precisaron un coste de mantenimiento de 18.154 euros, dice la sentencia.
Los jueces recogen que, según uno de los peritos que analizó el caso, el coste para Panrico del mantenimiento de su flota supuso en el periodo analizado un exceso del 2.586 por ciento sobre lo que supondría en condiciones normales.
Los acusados impugnaron los estudios periciales porque se basaron solo en la documentación aportada por la empresa denunciante y porque los repuestos adquiridos pudieron destinarse a otros vehículos.
La sentencia desestima tal argumento porque la administrativa encargada de esos pagos afirmó que José Luis O.C. era el único que encargaba compras para los vehículos, que no se hacían encargos para otras delegaciones y que si un albarán no venía con la matrícula del vehículo, llamaba al acusado y se lo preguntaba.
Junto a ello, el jefe de logística comprobó que los camiones no tenían los recambios que se decían, que tampoco estaban en el almacén y que las compras a la empresa de Juan Manuel G.B. "fueron aumentando progresivamente a pesar de que la flota de vehículos fue disminuyendo".
"A veces compraban aceite y al día siguiente lo volvían a comprar en otro proveedor", afirmó este testigo.
La Fiscalía y Panrico establecieron en 304.118 euros la reclamación económica, pero la sentencia recoge que existen 81.460 euros en compras de repuestos sin concretar el vehículo, cantidad de la que "no puede afirmarse sin género de dudas que correspondan a compras simuladas".
Por ello, la indemnización final se establece en 222.658 euros junto a una condena de tres años para el empleado de Panrico y de dos años y medio al dueño de la tienda de repuestos.