La Jefatura de Policía Local de los Palacios y Villafranca (Sevilla) ha negado este jueves que cuatro de sus agentes hayan agredido a un joven que había sido detenido y que ha denunciado además "abuso de poder" y "detención ilegal".
El joven asegura en su denuncia, de la que ha informado este miércoles el Diario de Sevilla, que puede aportar una lista de 43 testigos para corroborar ante un juzgado que "no ofreció resistencia alguna" en el momento de su detención.
En un comunicado, la Jefatura de Policía Local ha mostrado su disconformidad ante estas acusaciones tachándolas de "inverosímiles" y de "denigrantes" y ha mantenido que los agentes actuaron según "los principios de oportunidad, proporcionalidad y congruencia" y basándose en la "prevención necesaria" al conocer que el detenido "tenía y tiene numerosos antecedentes penales y policiales".
También ha afirmado, en referencia a que uno de los policías ya hubiera actuado en una infracción anterior del sujeto denunciante, que, debido "al limitado número de efectivos con que cuenta el cuerpo, no es ninguna cuestión indicativa que los agentes tengan actuaciones con ciudadanos reincidentes".
En cuanto a las lesiones denunciadas, desde la Policía Local palaciega subrayan que estas "no fueron apreciadas por los médicos" que atendieron al joven durante la instrucción de diligencias, que es, cuando, según asegura, deberían haberse apreciado "si es que realmente se hubieran producido en la Jefatura". Por tanto, ha defendido que "estas lesiones se han puesto de manifiesto de forma muy posterior, resultando, por lo tanto, imposible precisar su origen".
Por otro lado, al referirse al lugar de los hechos denunciados, han considerado "imposible" que los agentes intentaran que firmara una declaración exculpatoria en jefatura, ya que, según han explicado, las declaraciones se toman en el Cuartel de la Guardia Civil.
Finalmente, la Policía ha añadido que la familia del detenido solicitó el 'Habeas Corpus', momento en el cual el joven se dispuso ante un juez, que "no apreció rasgo alguno de ilegalidad en la actuación" resultando, por tanto, todo legal.
De esta manera, la Policía ha rebatido los hechos narrados por el denunciante, que según ha explicado su abogado al Diario de Sevilla, se remontan a mediados de junio, cuando se produjo un primer incidente entre esta persona y un policía local, que le recriminó que fuese conduciendo una capota y llevase a su lado un perro corriendo "como si estuviera en el Oeste".
Posteriormente, el 15 de junio, este policía participaba en un control de alcoholemia en el Polígono 'el Muro' y detuvo el vehículo en el que viajaba este joven acompañado de su hermana y otros amigos. La conductora dio negativo en el control y, en un momento dado, el joven le comentó a su hermana que se trataba del mismo agente con el que había tenido el incidente de la capota, según continúa el relato.
Debido a este encuentro ambos intercambiaron palabras y otro agente pidió al joven que se bajara. Fue entonces cuando supuestamente el agente comenzó a empujar al chico, que según ha asegurado, nunca se resistió y sólo levantó los brazos para defenderse, momento en que habría recibido un primer golpe del policía, al que a continuación seguirían otros tantos.
Ya en la Jefatura, según el relato del denunciante recogido por el citado periódico, "fue sentado en una silla, con los grilletes a la espalda, y recibió otros diez o doce golpes". En esa agresión participarían cuatro agentes, que le ordenarían que firmara una declaración admitiendo que "él pegó primero", algo a lo que se negó.