Jackson Scott vuelve a Sevilla para ofrecer un concierto en La Caja Negra, el próximo 16 de abril. Scott es un artista de padres británicos que dejaron Londres en los años 60 para residir en un ambiente más rural cerca de Sevilla, hecho que marcará para siempre su trayectoria musical.
Vivió su infancia rodeado por el arte del sur de España y viajando habitualmente a India con su familia, se nutre de diferentes culturas e influencias para desarrollar su música. El flamenco florece entre la emoción por la composición que siente, atraído por artistas de finales de los 60 como Kinks o Syd Barrett, aunque con una actitud algo más anárquica. Un jazz poco común con influencias y acordes que recuerdan al Rock’n Roll de New Orleans. Este enigmático y enérgico artista no deja indiferente a nadie, sabiendo conducir de una forma muy especial al público.
Jackson Scott contestó las preguntas de la redacción de
Viva Sevilla.
¿De qué forma le ha marcado su trayectoria musical el hecho de residir en un ambiente rural y cerca de Sevilla, además de sus muchos viajes a la India?
–A mí siempre me ha gustado mucho la música, desde oír a mi padre tocar el piano a los fandangos y milongas que se escuchan por la Sierra Norte de Sevilla. Desde pequeño se escuchaba todo tipo de música en casa, claro que no era igual que ahora, que está todo al alcance de un botón, pero sí que había mucha variedad musical pasando por casa no solo a través de mi familia sino también a través de músicos, pintores y artistas que se quedaban con nosotros. Empecé con el flamenco y quise ser guitarrista flamenco, pero agarré una tendinitis que me hizo tirar para el rock y me fui a Londres donde conocí todo tipo de músicos y músicas.
¿Cómo definiría su música?
–Mis gustos son muy variados y siempre pillo de aquí y allá. Hace poco grabe la música para una película documental llamada The legend of shorty (La Leyenda del Chapo): trata sobre el jefe del cartel de Sinaloa, el Chapo Guzmán; tuve que componer 10 narco-corridos mexicanos que fueran narrando su vida en inglés, y después traducirlos al castellano para el canal Discovery Latinoamérica. Con lo que gané, me fui para Cuba y grabé un proyecto en La Habana cantando standards de jazz interpretados por Nat King Cole, traducidos al español y llevados para lo cubano, en estilos como guaguancó, boleros, etc.
¿Qué nivel de importancia tiene el flamenco en su vida y en su música?
–Vivo de la rumba tocando en fiestas, bares, festivales, teatros o donde haga falta. Soy rumbero pero también tiro por otros caminos. Ya en Londres, monté un proyecto camaleón que me permitía hacer lo que me gustaba pero también me daba de comer, se llamaba “Mano De Dios”, grabamos dos discos y metíamos mucha caña, mucha rumba. Eso fue hace cinco años y, aunque aún existe, ahora estoy más enfocado en otros proyectos.
¿Que nos tiene preparado para el concierto?
–Con los integrantes de la banda Into the Moon interpretaré algunos temas de mi último disco en solitario, Midnight Sketches, y temas de un disco nuevo que he grabado con ellos este año, en un estudio analógico de Londres, Cable Street Records. Todos tienen mucho que decir y el próximo jueves, en La Caja Negra, interpretaremos una mezcla de swing de New Orleans psicodélica pasando por ska, rock, punk y jazz. Por mi parte será muy excitante encontrarme con todos mis colegas de Sevilla y de Cazalla de la Sierra, a los que no veo tanto como quisiera.