Pasmada me ha dejado la concejala de Ciudadanos de Castilleja pidiendo, ¡y por escrito oficial al secretario municipal!, que le costeen el vuelo entre Chicago y Sevilla para poder asistir a los plenos porque se ha ido a vivir a Yanquilandia. A lo largo de los últimos años, especialmente por las investigaciones judiciales y periodísticas, nos hemos desayunado todos los días con evidentes muestras del desprecio hacia la cosa pública que nos han escandalizado, pero el nivel que ha demostrado esta mujer me ha dejado sin palabras para poder definirla.
En primer lugar, por muy buenas que sean las nuevas tecnologías, un Facebook, un Twitter o un correo electrónico nunca podrán sustituir el contacto directo con sus paisanos, esos que la han elegido para que represente sus intereses o para que ejerza una oposición firme. ¿Va a llegar todos los meses, móvil en mano, diciendo “es que me ha contado Fulanita por el Skype…”? Un representante público tiene que estar para el día a día… ¿O también iba a pedir que le pagaran internet y móvil para hablar con los vecinos?
En segundo lugar y no menos importante, ¿con qué derecho se cree esta mujer para solicitar -menos mal que no exige- que le paguen un desplazamiento que cuesta un pastonazo de dinero (más de 6.000 euros en vuelos siempre con escalas, porque evidentemente no hay directos Sevilla-Chicago) con cargo al erario público cuando a 6.737 kilómetros es difícil explicar que esté realizando su labor de representante de los vecinos de Castilleja de forma eficiente? Nos quejamos del uso de coche oficial y chófer pero sí queremos avión que nos traiga de casa al ayuntamiento. Absurdo, de sinvergüenzas.
Y en tercer lugar y no menos importante. ¿Cómo puede una mujer que se ha presentado con un ideario que dice buscar la regeneración de la cosa pública solicitar que se gaste en ella esa cantidad de dinero sólo porque intenta evitar un caso de transfuguismo? Su excusa ha sido hasta peor que la petición de que le costeen el vuelo. Más sinvergüenza aún.
Que deje el acta si se ha tenido que marchar al otro lado del charco, que deje en manos de su partido (Ciudadanos tiene un problema bastante gordo con algunos de sus fichajes) eso del transfuguismo y que cunda el ejemplo de hasta qué punto desprecian más de uno de nuestros representantes la cosa pública. En fin...