Después de que la Junta de Andalucía haya adjudicado a la unión temporal de empresas (UTE) constituida entre Ingerop y BB&J Consult la redacción de la "revisión del Plan de Transporte Metropolitano de Sevilla", la unión provincial de CCOO teme el posible "abandono de proyectos necesarios para la cohesión territorial y la movilidad" en el área metropolitana.
La citada revisión del Plan de Transporte Metropolitano, según la documentación recogida por Europa Press, parte de la premisa de que la "situación presupuestaria de las administraciones" impide "costosas infraestructuras de transporte", apostando así por "el transporte público y la promoción extensiva de la movilidad no motorizada, mediante el uso de la bicicleta y el fomento de los desplazamientos peatonales".
El secretario de Acción Sindical y Política Sectorial de CCOO de Sevilla, Carlos Aristu, en ese sentido, ha reclamado a la Junta de Andalucía que convoque cuanto antes a todos los actores sociales y económicos para trasladarles las intenciones en relación a esta revisión. "Estamos hablando de algo que afecta sensiblemente a casi un millón y medio de personas y no creemos que deba tratarse a la ligera y sin contar con un proceso abierto de participación".
CCOO de Sevilla entiende que, más allá de los estudios técnicos que quieran encargarse, la reformulación de un plan que recoge las estrategias principales de movilidad para una población de casi millón y medio de personas "debe plantearse desde una perspectiva más transparente y contando con la participación de múltiples actores sociales y económicos que tienen mucho que decir al respecto".
Aristu, así, señala que "estamos hablando de qué va a pasar con las líneas restantes de Metro, de proyectos como los tranvías de Alcalá, Dos Hermanas o Aljarafe, así como la adaptación a un entorno metropolitano en el que la movilidad debe garantizarse bajo parámetros de calidad, seguridad, eficiencia energética y defensa del transporte público, cuestiones que no son baladí".
Carlos Aristu ha avanzado que CCOO entiende la necesidad de adaptar el plan, doce años después de su aprobación, pero no va a permitir que "la falta de voluntad inversora del Gobierno autonómico se traduzca en el abandono de proyectos necesarios para la cohesión territorial y la movilidad en el entorno metropolitano".
Aristu también ha subrayado que la transición hacia nuevos modelos de movilidad debe planificarse "con un claro compromiso para que pueda traducirse también en la generación de empleos en nuevos sectores de actividad". A modo de ejemplo, el sindicalista ha destacado los estudios que demuestran que, apostando por la transición hacia modelos de movilidad eficientes energéticamente, pueden generarse miles de empleos directos en indirectos. "Para esto hacen falta cambios en la planificación urbanística, una fiscalidad favorable, y una apuesta inversora de calado", ha sentenciado Aristu.