El portavoz del Grupo Popular del Ayuntamiento, Juan Ignacio Zoido, ha anunciado la presentación de una moción en el próximo pleno ordinario para que no sean tenidos en cuenta criterios de renta para la obtención de la Tarjeta Universitaria ni de la Tercera Edad, "salvo lo dispuesto en la Ordenanza de 2015 respecto a los gastos de tramitación, que serán abonados exclusivamente por quienes tengan una renta mensual superior a 1.500 euros".
En rueda de prensa, Zoido asegura que Espadas ha introducido esas modificaciones para "contentar a Izquierda Unida y pagarle el apoyo que le ha hecho alcalde", pero incide en que esto "no beneficia a nadie, pero sí se está perjudicando a dos sectores de la población con unas circunstancias muy concretas y unas necesidades que no pueden dejar de ser atendidas". "Para qué entonces eliminar estas medidas, teniendo que no suponen además un problema económico para Tussam, que goza de una situación financiera saneada que ha permitido la existencia de los beneficios que ahora se suprimen", añade.
Señala que las primeras ordenanzas fiscales de Espadas tienen "señas de identidad socialistas, como es subir los impuestos y aumentar de manera considerable la presión fiscal". Así, insiste en que durante su mandato se cumplió con el objetivo de situar a Sevilla "en la media de las capitales de provincia españolas en cuanto a presión fiscal", indicando que de ocupar el puesto octavo en el ranking de mayor presión fiscal de España en 2011 se pasó al 26 en 2014.
"Y todo ello, en una situación económica muy delicada, tanto en nuestra ciudad como en todo el país. Ahora, a pesar de que ya hay signos más que evidentes de recuperación económica, el PSOE ha hecho lo contrario", explica, mencionando las enmiendas presentadas por el PP a las ordenanzas "para que no se dieran pasos atrás en materia fiscal". Entiende que en los últimos años se han logrado "avances que no pueden ser ignorados", haciendo referencia a estas tarjetas.
Zoido detalla que la Tarjeta Universitaria "fue creada por nuestro Gobierno, con un precio de 210 euros, y podía disponer de ella cualquier persona que cursara estudios universitarios en las Universidades de Sevilla o sus centros adscritos". "Lo hicimos porque entendemos que suponía un apoyo económico para los universitarios y sus familias y también porque contribuía a potenciar el uso del transporte público", añade.
Sin embargo, asegura que a partir del año que viene, "si la renta mensual de la unidad familiar del estudiante supera hasta dos veces el Indicador público de renta de efectos múltiples (Iprem), es decir, cuando la renta mensual supere los 1.065 euros, ya no tendrá derecho a esta tarjeta". "Nosotros entendemos que no es justo y pedimos que rectifique porque ha decidido hacer un cambio que perjudica a numerosas familias sevillanas con hijos universitarios, un colectivo que ya de por sí tiene muchos gastos de matrícula y material", subraya.
Considera que ha ocurrido igual con la tarjeta de Tussam para las personas mayores, "a la que vuelve a aplicar los criterios de renta que su gobierno decidió anular en 2012, salvo para los gastos de tramitación, suprimiendo una mejora introducida en 2012, que estaba plenamente consolidada y sólo beneficiaba a muchas personas mayores, sin perjudicar a nadie". Indica que ahora los mayores de 65 años y los pensionistas mayores de 60 "tendrán que pagar 150 o 200 euros por la tarjeta según sean sus ingresos mensuales, computándose para ello la doceava parte de sus ingresos brutos".
Zoido cree que se merecen que "se les facilite el acceso al transporte público tras una larga vida en la que personal, familiar y laboralmente han contribuido más que de sobra al avance de nuestra ciudad y su convivencia".
"Nuestros mayores están aportando y sosteniendo actualmente con sus pensiones a muchos miembros de sus familias, incluso a familias enteras, es decir, hijos y nietos con dificultades económicas, siendo en muchos casos son el único refuerzo con el que cuentan muchas familias para conciliar su vida laboral con el cuidado de sus hijos. Y aquellos mayores que se lo pueden permitir económicamente usan medios de transporte públicos o privados diferentes, por lo que no se benefician de la tarjeta", concluye.