Ocho de las supuestas víctimas de los abusos del psiquiatra sevillano Javier Criado presentaron en la mañana de ayer en el juzgado de guardia de Sevilla la primera denuncia colectiva acusando al facultativo de seis distintos tipos de delitos. En la denuncia se pide , además y como medida cautelar, el cierre con carácter urgente de la consulta de Javier Criado, así como que se le suspenda del ejercicio de su profesión “para que estos hechos no se vuelvan a producir”.
Esta denuncia inicial se presenta después de varios meses recabando información y en los que se han reunido varios testimonios y los informes médicos de ocho de las afectadas que señalan haber necesitado ayuda médica posterior “para recuperarse”.
A estas primeras víctimas se sumarán nuevos casos durante las próximas semanas hasta llegar a las 32 mujeres que ya han presentado sus testimonios ante el Colegio de Médicos de Sevilla, que remitió los hechos a la Fiscalía y que, primero abrió un expediente informativo, y después incoó otro de carácter disciplinario a propósito de la actuación de Criado ahora denunciada y por la que han sido llamadas estas 32 mujeres para que ratifiquen sus testimonios.
Según explicó ayer la abogada Inmaculada Torres, que junto con el letrado Manuel Seco presiden la Asociación Veritas (formada por las 32 víctimas de los presuntos abusos y mala paxis de Criado), la denuncia acusa al psiquiatra como responsable de un delito continuado de intrusismo; otro de omisión del deber de socorro; otro contra la integridad moral; tres delitos continuados de abuso sexual; dos de abuso sexual y uno de inducción al suicidio.
Por este caso, que estalló en el pasado mes de abril cuando una de las afectadas publicó los supuestos abusos y humillaciones recibidas a través de las redes sociales, el afamado psiquiatra sevillano con consulta en la Plaza de la Alfalfa se vio obligado, por la transcendencia que cobró la noticia en los medios de comunicación, a renunciar a su cargo como hermano mayor de la Cofradía de Pasión.
Sospechas de intrusismo
Los abogados señalaron ayer en una rueda de prensa, en la que pidieron “respecto y discreción” hacia sus patrocinadas, que, aunque algunos de los hechos denunciados se remontan a 1979 -el último corresponde a enero de 2015-, no tienen porque haber prescrito al tratarse de “delitos continuados contra la integridad moral”.
“Debido a la enfermedad mental sufrida por estas mujeres algunas no han podido denunciar hasta el momento en el que se han visto con las suficientes fuerzas y con la capacidad de ser conscientes de que han sido víctimas de un delito”, explicó la abogada Inmaculada Torres.
En esta primera denuncia colectiva, que va acompañada de informes psicosociales de las víctimas y psicológicos que “acreditan que los hechos son verdad”, según indicó Torres, se solicita también al juzgado que se requiera a la consulta de Javier Criado “la historia clínica de cada paciente” y a la Universidad de Sevilla “los títulos” del médico, ante la sospecha de que Criado comenzó a prescribir sus primeras recetas cuando todavía no contaba con la especialidad en psiquiatría, motivo por el que ha sido denunciado por intrusismo.
Después de aclarar que la rueda de prensa se había convocado para que llegara a todos la información por igual y para “evitar circos mediáticos”, los abogados insistieron en que, por lo general, los hechos denunciados tienen en común “una actitud vejatoria y degradante” por parte del psiquiatra basado en “utilizar a sus pacientes como instrumentos al servicio de su satisfacción personal”, motivo por el que ha sido denunciado por un delito continuado contra la integridad moral.
Tras interponer la denuncia, los abogados y afectadas quedan a la espera de que el juzgado la admita a trámite y, en ese caso, sería “fundamental” que se cite a declarar como imputado a Javier Criado, además de a las supuestas víctimas.
Será denunciado por 32 mujeres
Aunque en esta primera denuncia sólo se han incluido los testimonios de ocho mujeres, se unirán las de otras afectadas hasta sumar 32. Muchas de ellas son mujeres conocidas por pertenecer a prestigiosas familias. Juntas formaron la asociación Veritas, que ha atendido a más de 50 afectadas, algunas de las cuales no van a denunciar por miedo al rechazo social.