Durante la última semana se ha estado anunciando la presentación del número 8 de la revista TeVeo, sin embargo, el acto fue suspendido porque agentes del departamento de la Línea Verde de la Policía Local acudieron al local para pedir la licencia y constataron que no tenía permiso para organizar eventos con música, como se anunciaba en los carteles, en los que se podía ver la Corona de España tirada en un charco de sangre y otro en el que aparece el Rey Felipe VI tocado con un gorro de bufón.
El propietario accedió a suspender el acto. Sin embargo, los responsables de la revista han iniciado una campaña en las redes sociales asegurando que esta medida es un “acto de censura” en el que los policías “aplican la ley mordaza” contra la libertad de expresión.
Las razones de la suspensión son puramente administrativas y la Policía Local no ha entrado en el contenido de los carteles ni de la revista. Sin embargo, sí lo ha hecho la Policía Nacional, que ha abierto una investigación para determinar si estas publicaciones infringen el artículo 491.2 del Código Penal, que entre otras cosas dice: “Se impondrá la pena de multa de seis a veinticuatro meses al que utilizare la imagen del Rey o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes”.
“TeVeo es un humilde fanzine, de formas satíricas y fondointensamente crítico. Salvando las distancias, un Charlie Hebdode andar por casa”, aseguró Rafael Iglesias, responsable de la publicación, a este diario durante la conversación mantenida.
¿Ha sido un propósito de TeVeo dañar la imagen de la Corona Española?
De dañar el prestigio de la Corona, parece que ya se ocupa su propia familia. No me necesitan.
¿Cómo definiría a TeVeo?
TeVeo es la antítesis de las revistas de papel couché, tan lamedoras de aretes regios ellas. Somos rebeldes a cualquier poder establecido por vías no democráticas, como por ejemplo podría ser una monarquía anacrónica, herencia de una sangrienta dictadura instaurada por un golpe de estado. No, no es injuria ni calumnia. Es Historia.
¿Qué ha pasado? ¿Por qué ha causado tanto revuelo, e incluso rechazo, este nuevo número del fanzine en las autoridades?
En el Nº 8, especial,con el título “Por un feudalismo sostenible”,en el que mostraremos el lado oscuro de la realeza, el que no aparece en esas publicaciones que más que de crónicas del corazón se nos hace que son de las tripas. Somos como Morpheo en Matrix, incitando a Neo a despertar su adormecida conciencia. Escoge: la pastilla de sangre azul…o la roja. ¡Bienvenido al mundo real! Alguien se ha sentido molesto y ha combinado administrativas malas praxis antidemocráticas y mala leche, a partes iguales. Resulta que el gerente del establecimiento donde pretendíamos presentar nuestro libelo el jueves 23 de junio me llama alarmado la tarde del lunes 20 pues unos funcionarios de paisano de “Medio Ambiente” le conminan a no celebrar el acto, so pena de que “le pueden meter un buen paquete, penado incluso con cárcel”. Y le garantizan que dicho día de presentación comprobarán si hace caso a esa “cortés sugerencia”, por su mucha vehemencia y seriedad expresiva. Incluso le hacen una foto de un documento personal de identidad. Acudo inmediatamente al bar para que me lo explique con más calma y tras informarme regreso a mi estudio. En el camino, me da por entrar en un bar muy cercano donde también había carteles de la presentación, con la sorpresa de que ya no estaban. Según me dice un camarero, un policía local de uniforme les hizo por la mañana fotos. Al rato volvió a preguntar si podía llevárselo. Mucha coincidencia, pienso, y decido ir con el abogado José Ignacio Aguilar a primera hora del martes a la comisaría de Policía Local del Distrito Centro para dos cuestiones: liberar de responsabilidad alguna a ambos establecimientos y preguntar si había algún motivo, alguna denuncia o diligencia abierta. Allí nos informó una amable y considerada agente que no tenía conocimiento alguno de esa inspección según sus registros y también que hacer una foto de un carné por un miembro de las fuerzas de seguridad es un procedimiento fuera del protocolo policial, como después me confirman fuentes de la Policía Nacional. Me entero por la prensa que los funcionarios argumentan que era una simple inspección rutinaria y que el local no podía tener actuaciones musicales al carecer de licencia. Inocentemente yo me pregunto: ¿No hubiera bastado entonces con informar lo correspondiente a la música? ¿Por qué prohibir también explícita y específicamente la presentación de la revista, con tal rotundidad? ¿Quién informa o denuncia para que la Policía Nacional curse tal investigación? Algo huele a podrido en Dinamarca.
¿A pesar de todo la revista va a ser presentada?
Recordaremos a los Bécquer con aquel magnífico “Los borbones en pelotas”. El miércoles 29 próximo habrá presentación. En un ilustre lugar crisol de cultura: La Carbonería. A las 20h. Más o menos. Y si no quieren música…Tendrán ruido.