La rápida reacción y los instintos de varios ciudadanos salvaron ayer la vida de dos personas en la capital hispalense. En ambos casos, un anciano de 70 años y un ciclista de unos 60 años de edad, en Sevilla Este.
La rapidez fue crucial en los dos casos, así como que entre los viandantes que presenciaron los sucesos se encontraran profesionales sanitarios y agentes de seguridad.
En el primero de ellos, un anciano de 70 años que había sufrido un infarto en plena calle, pudo salvar su vida gracias a la veloz intervención de un joven vecino de la zona, que casualmente es profesional sanitario y profesos de primeros auxilios.
Los hechos sucedieron frente al Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) sobre las 13.45 horas. El joven que se encontró al anciano pudo realizarle la reanimación cardio respiratoria hasta que llegó el 061, alertado por llamadas de otros vecinos.
El ciclista
En el segundo de los casos la persona que salvó su vida fue un ciclista de unos 60 años de edad que, por causas que se desconocen, se desvaneció cayéndose al suelo. Ocurrió sobre las 14.00 horas en la Avenida Alcalde Luis Uruñuela, justo delante del Hotel Sevilla Congresos, en Sevilla Este.
Inmediatamente varias de las personas que se encontraban en las inmediaciones y que circulaban por dicha avenida se acercaron para auxiliarle. La casualidad quiso que entre estas personas hubiera dos enfermeros y un agente de la Policía Local.
Los tres profesionales procedieron de manera inmediata a realizar las tareas pertinentes tareas de RCP a esta persona ya que se encontraba en parada cardiorespiratoria y momentáneamente consiguieron recuperarle.
Al mismo tiempo el 092 de la Policía Local así como el 061 de Emergencias Sanitarias recibió múltiples llamadas de otros ciudadanos alertando del suceso.
Una vez en el lugar, los efectivos de Policía Local y de EPES 061 se hicieron cargo de la situación. El afectado volvió a entrar en parada y tras 15 minutos de maniobras RCP lograron recuperarle y estabilizarle, dándole traslado a un centro hospitalario
El ciclista desvanecido se trata de un agente de la Policía Nacional en activo con unos 60 años de edad.